Un «paso atrás» tras las expectativas generadas por un decreto que «garantizaba la educación en valenciano, castellano e inglés». Este es el sentir de los directores y los padres de alumnos de la provincia tras conocer la suspensión total del decreto de plurilingüsimo por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

La presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria (ADIP), Eva Aparici, aseguró que desde la entidad «siempre hemos defendido la normativa porque había sido redactada escuchando a los técnicos y lingüistas de la universidad», y también porque «trataba cuestiones importantes, como la metodología y los recursos» para implantar las mejoras. Para Aparici, que es directora del colegio Botànic Calduch de Vila-real, «el texto legal del 2012 nos convertía al trilingüismo, pero sin dinero».

No obstante, indicó que la afectación para los centros, que comenzarán el nuevo curso en apenas un mes, será mínima, puesto que los cambios se limitan a los alumnos de tres años.

Por su parte, la presidenta de la Federación Provincial de Asociaciones de Padres de Alumnos Penyagolosa (FAPA), Silvia Centelles, explicó que el objetivo de los padres es que sus hijos «puedan adquirir competencias en las tres lenguas». A su entender, el texto ahora suspendido garantizaba esta meta y había sido redactado con el consenso de la comunidad educativa, por lo que en el momento de su aprobación dieron el visto bueno. Eso sí, apuntó que «todo es mejorable, y si ha habido errores en alguno de los puntos del texto, siempre hay margen para la mejora y para poder continuar con el diálogo».

APLICAR LA SENTENCIA // El sindicato de funcionarios CSI-F, que es el responsable del recurso contra el decreto de plurilingüismo, pidió ayer a la Generalitat que ejecute «de inmediato» la sentencia. Y es que, a su entender, existía «discriminación» entre los alumnos que optaban por el castellano.