El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, acusó ayer al Gobierno central de «ocultar» la desaceleración económica y de no tener «una política industrial y energética clara». Lo hizo durante una visita a las instalaciones de Porcelanosa en Vila-real, donde mostró su apoyo para las elecciones a la candidata del PPCV a la presidencia de la Generalitat, Isabel Bonig, y al número uno de la lista autonómica de los populares en Castellón, Miguel Barrachina.

Feijóo criticó duramente al ejecutivo que preside Pedro Sánchez porque, en su opinión, «cada Consejo de Ministros se convierte en un mitin del Partido Socialista, el BOE parece el programa electoral del PSOE y los ministerios del Gobierno parecen distintas sedes de esta misma formación» que «intentan comprar votos con dinero público». A su juicio, «nunca en 40 años» de democracia un gobierno había actuado de tal forma una vez disueltas las Cortes.

El presidente de la Xunta afirmó que Sánchez y sus ministros hacen «exactamente lo contrario de lo que deberían» en materia de política industrial y energética, y puso como ejemplos la «demonización de la tecnología diésel» y «el incremento de los costes de la electricidad». Dos cuestiones que, afirmó, amenazan con provocar la deslocalización de empresas en Galicia.

«En España se ha desplomado la inversión extranjera y nadie quiere invertir a la espera de lo que ocurra en las elecciones de mayo, mientras el desempleo no deja de subir», afirmó un Feijóo que no ahorró elogios hacia el modelo de negocio y las instalaciones de la firma vila-realense, hasta el punto de decir, en presencia de su consejera delegada, María José Soriano, que le gustaría tener «una Porcelanosa en Galicia».

El dirigente gallego también realizó un paralelismo entre su región y la Comunitat, pues dijo que en ambas autonomías existen «nacionalismos» y que a ninguna de las dos «les irá bien» si partidos que defienden estos postulados triunfan en los comicios de mayo. Además, subrayó que confía que el próximo Gobierno «no dependa» de estas formaciones.

‘cheque innovación’ // Por su parte, Bonig anunció que, si es la próxima presidenta de la Generalitat, creará un Cheque Innovación de hasta 6.000 euros destinados a aquellas empresas que quieran contar con el asesoramiento de los institutos tecnológicos y emprender proyectos con su ayuda. Asimismo, la candidata popular insistió en su voluntad de eliminar el impuesto de residuos a las empresas azulejeras y mostró su deseo de «alargar la vida útil de las plantas de cogeneración», al tiempo que criticó al ejecutivo central porque «si cumple con su plan, prevé cerrar siete de las 28 que existen en Castellón antes del 2030».

Por su parte, el presidente del PP provincial, Miguel Barrachina, aseguró que su partido «eliminará trabas administrativas e impedimentos en políticas ambientales que retrasan hasta dos años que haya empresas que se instalen en la Comunitat». Y es que, añadió, estas medidas son claves para el empleo, y «solo quien crea puestos de trabajo puede cumplir promesas electorales».