Los movimientos feministas de Castellón aplaudieron ayer la decisión del Tribunal Supremo, «porque corrige una sentencia que fue una barbaridad», aunque reconocieron que todavía se requiere una mayor sensibilidad y concienciación de la sociedad a este respecto, en especial, de los juristas y jueces, que son los encargados de elaborar las leyes y dictar las sentencias.

«Hemos ganado una batalla de la guerra, pero el problema no se resuelve con prisión, es necesario modificar conductas machistas a nivel social», señalan desde la Asamblea del 8M de Castelló, que ayer convocó una concentración en la plaza María Agustina para mostrar su satisfacción de que se haya considerado que, en el caso de la Manada, no hubo agresión sexual sino violación. Desde la entidad aseguraron que la movilización que ha suscitado este asunto ha sido clave para visibilizar el problema y lograr este resultado final.

«No tenemos que ser heroínas ante una posible violación, porque las víctimas corren peligro. Es urgente cambiar los protocolos porque muchas veces se cuestiona la palabra de la mujer», apuntan desde este colectivo.

Por su parte, la presidenta de la Associació Liceu de Dones de Castelló, Ana Moltó, apostó por lograr una mayor sensibilidad en cuestión de género, a través de la formación, y aplaudió que el Supremo haya avalado que la sentencia primera no fue la correcta. Moltó insistió en que el foco no se puede poner en la víctima de una violación y tildó de «referente» la decisión del Alto tribunal.

Desde el Aula de Debate de Mujeres del Grau, su presidenta, Mari Pepa Sancho, insistió en que si «una mujer no dice que sí eso es siempre un no» y aseguró que falta mayor concienciación.