La peor campaña citrícola de la historia reciente de la provincia de Castellón es más tendencia que excepción. Lo indica la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (FEPAC-Asaja), que para el próximo año augura, a raíz de una encuesta interna, una cosecha un 30% menor.

El presidente provincial José Vicente Guinot adapta y traslada los datos de una encuesta realizada a nivel autonómico. «Nuestras expectativas son similares e incluso peores», explica, «porque en Valencia el cultivo está más diversificado y en Castellón la clementina es mayoritaria», alcanzando un 70% del total de los cultivos. Recuerda José Vicente Guinot que el precio de la clementina durante la pasada campaña de cítricos «estuvo siempre por debajo de los costes de producción, y por momentos ni siquiera tuvo precio». «El 30% de la clementina se ha quedado colgada en el árbol», detalla.

disminución // Los datos recogidos auguran que la cosecha de la campaña 2019-20 registrará una disminución importante tanto en el capítulo correspondiente a mandarinas como en el apartado relativo a naranjas, limones y pomelos. La reducción de cosecha será mucho más acusada en mandarinas, que probablemente superará el 30% de merma, mientras que en naranjas, limones y pomelos podría superar el 20%.

Por variedades las bajadas más signiticativas, entre el 25 y el 30%, son las previstas para satsumas y clementinas. Las causas de esa reducción del rendimiento productivo de la citricultura castellonense cara a la próxima temporada se deben en parte a la alternancia natural. Por lo general, a un ejercicio de producción elevada, como fue el caso del anterior, suele sucederle otro menos fecundo. En este caso, también entra en la ecuación el «previsible», en palabras de Guinot, «abandono» de campos.

rentabilidad // La caída de la producción podría conllevar un ligero aumento de precios respecto a la última campaña, pero eso no quiere decir, como apunta FEPAC-Asaja, que se aumente significativamente la rentabilidad de los cultivos porque estos serán cuantitativamente menores.

«Aunque las cotizaciones sean superiores», explican desde la asociación, «no por ello va a verse compensado el descenso general de ingresos que sufrirán los productores en su conjunto a causa de esta disminución tan acusada de la cosecha». Por ello, desde la organización hacen un llamamiento a los agricultores para que actúen «con cautela» a la hora de negociar la venta de la fruta, ya que la próxima campaña podría servir para «poner freno a los abusos que se han producido en el ejercicio anterior tanto a nivel de precio como de condiciones contractuales».