El ferragosto, según la tradición castellonense

Paella amb pato, siestas interminables, trencà perols, bebidas espírituosas, verbenas hasta el amanecer… paisanaje del dia más festivo del año, el 15 de agosto, en clave Castellón. Desde tiempo inmemorial, y en una mezcolanza de tradIciones religiosas y paganas, con origen romano, el ferragosto (agosto de hierro) es punto y aparte, inicio, alfa y omega en el devenir anual, celebrado con jolgorio, diversión y entrega.

Junto con la Magdalena y el Corpus, la festividad de la AsuNción era la gran fiesta de la ciudad y muchos castellonenses se agolpaban en las calles al anochecer para venerar la imagen de la Mare de Déu gitadeta, en artística urna del ebanista Hervás. Pero, los tiempos han cambiado. Hay nuevas formas de fiesta, sin perder la esencia.

Fiesta familiar como la de los López-Rodríguez, con más de 30 invitados a la mesa en el respeto a las costumbres y a la fidelidad de creencias y venturas. Santi López, relata qué representa el 15-A en su casa: «Siempre se ha celebrado de forma especial, al coincidir con las vacaciones de gran parte de la familia y es una época más propicia para reunirnos».

«Unas fiestas para disfrutar al aire libre y de encuentro entre los más mayores y los jóvenes; nos hemos juntado cuatro generaciones, desde la abuela Carmen, de 99 años, hasta su biznieto, Álex, de año y medio», indica.

Como no, el Pinar del Grao, de nuevo epicentro de la jornada, tanto para degustar una buena paella o una barbacoa, como para descansar plácidamente.

Fiesta de amigos, como la que vivieron en la Urbanización Las Palmas Vicente, Javier y María, entre otros, participando en el concurso de paellas. Ferragosto de tradición y de futuro.