El vila-realense Ramon Ferrer renueva la presidencia de la Acadèmia Valencia de la Llengua (AVL) por cinco años más, tras ganar en las urnas, en una segunda vuelta, por 11 votos a 7, con dos abstenciones, al burrianense Josep Palomero, hasta ayer vicepresidente de la entidad. La votación se realizó ayer en el pleno del ente tras una primera consulta en la que Palomero se impuso por la mínima, al tras recibir 9 apoyos por los 8 de Ferrer, con tres abstenciones, entre los 20 académicos.

El borriolense Joan Rafael Ramos toma las riendas de la vicepresidencia, mientras que la académica Verònica Cantó reedita su cargo como secretaria y Honorat Ros e Inmaculada Cerdà se quedan con las vocalías.

El presidente reelegido se ha «comprometido a potenciar las relaciones institucionales», con el claro objetivo de «dar más visibilidad» a la AVL, y a «aumentar la imagen de estabilidad, credibilidad, confianza, prestigio y transparencia conseguidas con mucho esfuerzo los últimos cinco años». Ferrer se refirió, con ello, a reafirmar las relaciones con el Consell, las universidades, el Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana, la comunidad educativa, el sector editorial y «los colectivos favorables a la promoción del valenciano».

Entre las prioridades, es partidario, dijo, de «tender puentes de diálogo en la consolidación de las relaciones con el Institut d’Estudis Catalans y otras entidades del ámbito lingüístico», en un «entendimiento que nos permita una normativa respetuosa con la diversidad lingüística». Y dijo que se han dado «pasos meritorios» con la relación con la Real Acadèmia de Cultura Valenciana.

El presidente de la AVL enfatizó la «necesidad de optimizar mejor los recursos de la entidad, con un plan de acción realista», y que «se consoliden los trabajos académicos y de divulgación».