Las inclemencias climatológicas dejaron huella en Castelló en lo que respecta a las celebraciones de la Semana Santa. La procesión capitular del Santo Entierro, que debía discurrir por las calles aledañas a la concatedral fue suspendida tras una dolorosa decisión adoptada a primeras horas de la tarde en segunda instancia por la Junta Local de Cofradías, tras una primera resolución en tal sentido.

Asimismo, los trasladados de las imágenes de las cinco hermandades penitenciales a la plaza Mayor tampoco se realizaron, aunque Paz y Caridad sí que sacó sus pasos a la calle en su sede canónica, la iglesia de la Trinidad. Desde el año 2009 que no se suspendían estas celebraciones penitenciales por la lluvia.

Sí que tuvo lugar la ceremonia de la bajada del Cristo Yacente, el Sant Sepulcre, de esencias castelloneras, bajo la mirada atenta de los clavarios de la Muy Iustre Cofradía de la Purísima Sangre, Joaquín Rambla y Gema Alós, Miguel Arrufat y Jaime Conesa y Manuel Rodríguez y Salomé Pradas. Fervor, fe y tradición.