El fin del «impuesto al sol» ha disparado las plantas eléctricas de autoconsumo en la Comunitat Valenciana. En los últimos 9 meses han inscrito en el registro de la Generalitat 722 centrales de autoconsumo frente a 31 en los cuatro años anteriores. La mayoría de las instalaciones son de placas fotovoltaicas, cuyo precio ha caído un 50% en los últimos cinco años. La Conselleria de Economía tiene ahora mismo una avalancha de peticiones de este tipo de plantas, que utilizan las empresas para rebajar su factura energética y los particulares. El mejor ejemplo es el Grupo Pamesa, que ha instalado la mayor cubierta fotovoltaica de Europa en sus centros logísticos de Onda.

Entre junio del 2015 y junio del 2019 inscribieron en el registro de instalaciones de autoconsumo de la Generalitat 31 plantas de generación de energía, de las que 26 eran fotovoltaicas y tres de cogeneración (que consumen gas natural y que son utilizadas por las azulejeras de Castellón). Desde junio del pasado ejercicio, han inscrito 722 plantas de autoconsumo (la mayoría fotovoltaicas) con una potencia de cerca de 8 megavatios.

EMISIONES // En este cambio de tendencia ha sido esencial el fin de las trabas al autoconsumo y el impulso del Gobierno de Pedro Sánchez y del Consell de Ximo Puig a las energías renovables para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones marcados por Europa. El impuesto al sol ha sido un lastre para el despliegue de este tipo de plantas. El Ejecutivo de Sánchez acabó con el impuesto hace 15 meses mediante el real decreto 25/2018 de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores.

Según los datos de la Dirección General de Industria y?Energía, más de la mitad de las nuevas plantas de autoconsumo están en Alicante. En concreto, en los últimos nueve meses han registrado 380 instalaciones en Alicante, 240 en Valencia y 102 en Castellón. Dos de cada tres instalaciones de autoconsumo vierten la energía sobrante a la red.

La Generalitat quiere impulsar este tipo de recintos de autoconsumo y los de pequeño tamaño (con cuatro o cinco megavatios de potencia) frente al modelo de gigacentrales de energías renovables que se está imponiendo.?El Consell cree que «tiene que haber sitio para todos», señalan.

COMUNIDADES DE VECINOS // La mayoría de las plantas de autoconsumo las están promoviendo empresas para reducir su gasto energético, pero también hay instalaciones impulsadas por particulares y comunidades de vecinos. El ingeniero Javier Cervera promovió hace unos meses en Campo?Olivar (Godella) la primera instalación de autoconsumo compartido de España. Las placas permiten a las familias conectadas ahorrar hasta un 40% en la parte variable de la factura.

El Consejo de Ministros aprobó en abril del año pasado, a propuesta del Ministerio para la Transición Energética, un real?decreto que reguló las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo en España. La norma habilitó la figura de la necesidad colectiva para fomentarlo en comunidades de propietarios o polígonos industriales. Además, redujo los trámites administrativos, especialmente en el caso de los pequeños autoconsumidores, y estableció un mecanismo simplificado de compensación de la energía autoproducida y no consumida.

PATRONAL DE RENOVABLES / Marcos J. Lacruz, presidente de la patronal valenciana de energías renovables (Avaesen), destaca que hay tres motivos que explican la eclosión de las instalaciones: el fin del impuesto al sol, la concienciación de las empresas y la sociedad de la necesidad de reducir las emisiones de CO2, y el desplome del precio de las placas fotovoltaicas. «Se ha producido un cambio claro de político. El Gobierno (de Pedro?Sánchez) eliminó el impuesto al sol y desarrolló una normativa extensa para impulsar el despliegue de las plantas renovables. Eliminaron las trabas y favorecieron su despliegue», subraya Marcos J. Lacruz.

NAVES INDUSTRIALES / El representante del sector incidió en que ahora mismo hay muchas empresas interesadas en cubrir las cubiertas de sus naves de placas fotovoltaicas. «La gran ventaja es que están protegidas ante posibles subidas de precio en el futuro porque producen su propia energía», subraya Lacruz. El presidente de Avaesen insiste en que con la bajada de los precios de las placas es una opción «muy competitiva», y cada vez están penetrando en una sociedad más mentalizada con las renovables.