La Fira de la Taronja de Castellón, que cierra hoy la temporada, ha vendido tres toneladas más de fruta que en la edición del año pasado. Los puestos instalados en las plazas Fadrell, Na Violant, María Agustina y Juan Bautista Porcar han vendido 228.000 kilos de cítricos desde que arrancara la temporada en octubre. “Un récord doblemente satisfactorio puesto que este aumento de ventas lleva en un año en el que la producción en campo ha sido un 30% inferior”, destaca la concejala de Agricultura, Sara Usó.

Una valoración con la que coinciden César Roures, responsable técnico de la Fira de la Taronja; José Ruiz, del Sindicato de Riegos, y Vicente Miralles, del Coto Arrocero, que junto a Fepac-Asaja y la Cooperativa Cámara Agrícola hacen posible esta venta de cítricos cada domingo. Roures califica el año de “fantásticamente bueno”: “No solo se ha superado la fruta de la edición pasada, sino que además hemos conseguido mantener los puestos de venta hasta mediados de mayo”.

La plaza Fadrell (la única que en las últimas semanas ha albergado la venta) vivirá mañana la última jornada. “La valoración solo puede ser positiva después de haber vendido 3.000 kilos más que el año pasado pese a la merma del 30% de fruta en el campo, en un año en el que han participado 50 vendedores, seis menos, precisamente por la menor producción”, explica la organización.

Durante las 28 jornadas dominicales se han vendido 112.000 kilos de naranja y 116.000 de mandarina. “Cerramos la temporada con ganas de volver”, apunta Roures. En total, entre octubre y mayo han sumado 743 puestos de venta. “Se ha notado que hemos fidelizado a los clientes pero también que se han incorporado nuevos compradores”, señala. Entre las novedades, las jornadas gastronómicas de diciembre y otras técnicas en marzo. H