Las obras que ha venido realizando el Ministerio de Fomento para la mejora de la variante de la

Vall d’Uixó de la autovía A-7 han llegado a su finalización tras ocho meses de ejecución, por lo que los «usuarios de esta transitada vía ya circulan por este eje con las máximas garantías de seguridad», según indicó ayer el subdelegado del Gobierno en Castellón, David Barelles, quien destacó que el final de las actuaciones se diera antes de que comience la operación salida con motivo de las vacaciones estivales.

La actuación, con una inversión de 3,36 millones de euros, acaba con retraso ya que estuvo paralizada varios meses debido a que la obra quedó afectada por las condiciones meteorológicas de frío y lluvia del otoño, que impidieron que fraguara de inmediato la capa de asfalto, alargando los plazos, lo que multiplicó las molestias a los viajeros.

DETERIORO POR CAMIONES / El trazado de siete kilómetros ha visto mejorada su seguridad vial, en dos fases, con una intervención de fresado y reposición del firme en las zonas deterioradas, en su mayoría en el carril derecho, por donde circulan los vehículos pesados. Además, se ha reforzado el firme con mezcla asfáltica de espesores variables de 10 a 18 centímetros; renovado las juntas de dilatación en puentes y viaductos; rehabilitado los aforos de tráfico; repuesto el bordillo de coronación de taludes para encauzar aguas de lluvia hacia las bajantes; y colocando otras barreras de seguridad adaptadas a la nueva rasante y a la normativa vigente. También se ha crecido con hormigón la cimentación de las barreras rígidas para adaptar su altura a la cota de la nueva rasante y se han pintado, finalmente, de nuevo las marcas viales y todos los elementos de balizamiento. «Somos conscientes de que las labores de reparación siempre generan incomodidades en los usuarios, a pesar de que se han realizado muchas en horario nocturno para minimizarlas, pero el resultado final demuestra que el esfuerzo ha valido la pena», subrayó David Barelles.