YEl Ministerio de Fomento apremia a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio a que emita el informe preceptivo sobre el estudio de impacto ambiental elaborado por el organismo estatal para la prolongación de la autovía A-7 entre Vilanova d’Alcolea y Traiguera.

Se trata de un proyecto largamente reivindicado por la sociedad castellonense y para el cual son necesarios distintos trámites antes de su definitiva tramitación. No obstante, la falta de respuesta por parte de la Generalitat está demorando la aprobación del informe de impacto ambiental.

Según la documentación a la que ha tenido acceso Mediterráneo, la Dirección General de Carreteras del Ministerio ya envió a la Conselleria de Medio Ambiente, el 26 de abril del 2017, el proyecto base para que la administración autonómica hiciera las puntualizaciones que creyera convenientes en materia ambiental. No obstante, la respuesta de la subdirectora general de Evaluación Ambiental, Salomé Arnal, no llegó hasta el 26 de julio, y fue para solicitar una prórroga del plazo para la emisión del informe. Arnal lo justificaba por dos motivos: que la consulta sobre el estudio se había hecho a «diversos servicios de esta Conselleria» y que además la misma coincidía «con el periodo vacacional».

El siguiente episodio llegó a finales de este año cuando el Ministerio, aún sin respuesta, urgía al departamento de Elena Cebrián, y también a la Conselleria de Obras Públicas de María José Salvador, a emitir un dictamen «a la mayor brevedad posible», indicándoles que «en el caso de no recibir su informe podrán proseguirse las actuaciones» sin su opinión. En ese mismo documento, de 21 de diciembre, se plantea a las dos consellerias la importancia de que dieran su opinión en dos asuntos clave para la ampliación de la A-7: el estudio acústico y el análisis sobre las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono.

El proyecto pasa por prolongar la autovía desde Vilanova d’Alcolea a casi el límite con Tarragona, pasando por les Coves, la Salzadella, Sant Mateu, la Jana y Traiguera. No obstante, las obras no comenzarán en breve, y el director-gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat, Manuel Miñés, afirmó en este diario que la ampliación difícilmente estaría acabada antes del 2025.

Para facilitar su financiación, el Ministerio baraja incluirlo en las actuaciones que remitirá a Europa como parte del plan extraordinario de inversiones en carreteras, conocido como plan Juncker, anunciado en julio pasado por el presidente Rajoy y que tendrá un valor de 5.000 millones de euros.

La autovía castellonense cumple con todos los requisitos para formar parte del mismo, entre los cuales destaca el hecho de pertenecer a la Red Transeuropea de Transportes.