El Ministerio de Fomento deberá darse prisa si quiere cumplir su anuncio de que el tramo Castellón-Vandellós del corredor mediterráneo esté finalizado en el último trimestre del 2019. Tanto es así que, para un recorrido con una longitud (159 kilómetros) más del doble de la que existe entre Castellón y València (73 kilómetros), ha previsto aproximadamente la mitad del tiempo para ejecutar las citadas obras.

Y es que, desde que comenzaron los trabajos el 27 de enero del 2014, pasaron más de tres años (casi 38 meses) hasta que logró acabarlas entre València y Castellón. Ahora, para el tramo a Tarragona, plantea algo más de año y medio para ejecutar las actuaciones (en todo caso menos de dos años), de las que todavía no hay fecha de inicio y que habría que licitar. Así, el ritmo de ejecución de las obras debería ser cuatro veces más rápido.

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A pesar de ello, el secretario general adjunto de Ferrmed, Francisco García, cree que existe tiempo para acabar en plazo «porque apenas circulan trenes de Cercanías» entre Castellón y Vandellós, al contrario de lo que sucede hasta València. Eso sí, García afirma que no se puede tardar más en comenzar la tramitación, sobre la que Fomento dijo el miércoles que está «iniciando los trámites necesarios» para acometerlas, después de que las adjudicase hace más de tres años en base a un proyecto que finalmente no se desarrollará.

Y todo esto sin que el Ministerio ni Adif ofrezcan detalles del proyecto ni de cuándo pueden comenzar las obras. Preguntadas por este diario, ninguno de los dos organismos fue capaz de aportar detalle alguno a este respecto. Tampoco lo conocen los empresarios. En Ferrmed no tienen información --«ya quisiéramos», afirma Francisco García-- e insisten en pedir a Fomento un cronograma con el detalle de las actuaciones y el ritmo previsto de ejecución de las obras.