El Ministerio de Fomento añade nuevos argumentos al debate abierto sobre la bonificación del paso de vehículos por la autopista AP-7, de forma que los usuarios de la Autovía del Mediterráneo vean minimizadas sus molestias debido a las obras en la variante de la Vall d’Uixó. Según ha trasladado a este diario, Fomento afirma que, en las 9 bonificaciones (todas) que se están produciendo actualmente en las autopistas competencia del Estado participan las comunidades autónomas con fondos propios.

Según las fuentes de Fomento, actualmente hay cuatro tramos de autopistas estatales en donde la bonificación para la circulación de vehículos está cofinanciada por el Estado y las comunidades. Se trata de la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo; la AP-68 Bilbao-Zaragoza; la AP-9 del Atlántico; y la AP-7 del Mediterráneo. Asimismo, hay otros cuatro tramos de autopistas estatales cuya apertura parcial está siendo financiada exclusivamente por las autonomías: la AP-68 Bilbao-Zaragoza; la AP-4 Sevilla-Cádiz; la AP-7 del Mediterráneo; y la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo. Curiosamente, de estos ocho tramos, seis corresponden a tres autovías, que repiten bonificaciones.

Existe además otro tramo también cofinanciado para la circulación de vehículos pesados. Se trata de la AP-7 (de nuevo) entre Maçanet de la Selva (Girona) y la frontera francesa. El elevado índice de siniestralidad de la N-340, la carretera alternativa a la autopista, llevó a firmar un convenio entre Fomento, la Generalitat catalana y la concesionaria de la AP-7 para financiar (a medias entre los dos primeros) el paso de camiones entre un 35% y un 50% a la espera de duplicar la N-II.

Además, de estas, la Generalitat catalana bonifica de motu proprio el paso por las autopistas de su competencia C-32 y C-33. H