El Ministerio de Fomento tardó ocho años en redactar el proyecto constructivo para la mejora de la variante de la Vall d’Uixó en la autovía del Mediterráneo (A-7). Un tiempo considerable, máxime si se tiene en cuenta que la citada obra consiste en solucionar los problemas de firme de la calzada, es decir, en retirar el actual y reponerlo por uno adecuado para la circulación, y no en realizar un trazado nuevo, lo que conllevaría una mayor carga de trabajo.

Como recoge el propio proyecto constructivo, al que ha tenido acceso Mediterráneo, la dirección general de Carreteras del Ministerio ordenó la redacción del proyecto en junio del 2007 y este fue finalmente redactado en agosto del 2015. Ocho años y dos meses pasaron entre una fecha y otra. Y ello a pesar de que, según el propio proyecto, dividido en tres tomos, este no ha necesitado de aprobación técnica ni definitiva.

El autor del documento es el responsable de la unidad de carreteras del Estado en Castellón, José Ignacio Suárez, contando con la ayuda de Rafael Moreno.

parcheos // Tal ha sido la dilación del proceso que, mientras se ha redactado el proyecto de obra, este tramo de la A-7 ha albergado tres actuaciones para minimizar, mediante actuaciones de reparaciones parciales de la calzada, el mal estado de la misma. En junio del 2007, justo cuando se daba la orden para redactar el proyecto, se llevó a cabo la primera; en noviembre del 2008 la segunda y en abril del 2010 la tercera. Han pasado desde entonces más de seis años sin ninguna mejora, según recoge el documento.

Actualmente ya se están llevando a cabo trabajos previos, que han motivado el corte de un carril en sentido sur y están provocando largas retenciones, aunque el grueso de las obras no ha comenzado, como han reconocido fuentes de Fomento a este diario. A partir del inicio, la UTE adjudicataria dispondrá, en teoría, de medio año para llevar a cabo las actuaciones.

cortes alternos // Serán al menos seis meses con restricciones al tráfico mucho más importantes que las actuales. No en vano, el tomo III del proyecto, que se refiere a las labores en cuanto a deguridad y dalud, señala que será necesario dejar sin uso, de forma alterna, los dos carriles por sentido de circulación durante un tiempo por determinar.

Primero se cortará al tráfico los 6,5 kilómetros de calzada en dirección a Castellón que se han de mejorar, que se dejarán acabados a falta de la última capa de microaglomerado y la señalización definitiva. Posteriormente se cortará el trazado en sentido a Valencia, que quedará totalmente acabado. Y a continuación se trabajará de nuevo en el tramo hacia Castellón, con el corte de un carril y después del otro. H