El tan anunciado despegue de la FP en la Comunitat, para adecuarla a los cambios de la nueva economía, empieza a dar sus primeros pasos. A partir del curso que viene, la Conselleria de Educación abre la totalidad de los institutos con ciclos formativos al empleo y a las empresas, para acercar la formación que se imparte al alumnado hacia las demandas del tejido productivo.

El Consell ha incluido por vez primera la FP como responsabilidad concreta de la Secretaría Autonómica de Educación, en manos de Miguel Soler, que ya ejerciera con el PSOE en el 2008 como director general de FP en el Ministerio. El reto que entonces puso sobre la mesa, unificar FP y Empleo, buscaba ampliar el abanico de opciones al alumnado al acabar la ESO y reducir el fracaso escolar. Diez años después asume la responsabilidad de relanzar la FP en la Comunitat y ejecutar el decreto firmado recientemente por el president Ximo Puig, y los consellers de Educación, Vicent Marzà; y Trabajo, Rafael Climent, para revolucionar el papel de los IES de FP y abrirlos a la sociedad.

«Avanzamos en la oferta integrada para dirigirnos tanto a la población en edad escolar que está estudiando FP, como a los parados», puntualiza Soler. En la práctica, cualquiera de los IES de ciclos con instalaciones adecuadas a las demandas de profesionales en activo, puedan funcionar como centros integrados.

Por la mañana, la oferta se centrará más sobre los alumnos en edad escolar, y por la tarde se abrirá al resto de la población que esté en paro, que requiera una cualificación profesional, o que necesite reciclarse laboralmente para actualizar su profesionalidad. El mismo espacio abarcará la oferta de Labora (el antiguo Servef), la enseñanza reglada de FP, y una formación a la carta. Así será a partir de 2019/20 la nueva oferta de los centros educativos con FP, que añadirán a los ciclos formativos los certificados profesionales y los programas a la carta que surjan de convenios con empresas.

ADAPTARSE A LA DEMANDA // Una vez dado este paso, que es voluntario por parte de los centros, y que deberá ratificar la Conselleria caso a caso, Soler abunda que se abrirán las posibilidades para ir adecuando también toda la formación existente en FP a las demandas de las empresas. «Se tiene que actualizar la normativa estatal para que permita mayor flexibilidad en la oferta, y que alumnos de FP que quieran especializarse en un sector concreto, lo hagan con una especie de máster, que cada comunidad pueda aprobar, adecuándolos al territorio», precisa Soler.

Además, la semana pasada la ministra Celaà anunció que en el plazo de un año se incorporará a todos los títulos de FP «un módulo profesional sobre digitalización». Educación ha renunciado a crear nuevos centros formación integrada porque tienen que desviar al alumnado de Secundaria a otros institutos. A cambio, abre la opción integrada, relacionada con la Conselleria de Economía, a la totalidad de los centros. UGT advierte de que hará falta una coordinación muy precisa.