Día largo el de ayer para los 500 bomberos y militares desplegados en la Serra d’Espadà y para los pilotos de las avionetas y los helicópteros que a última hora de la tarde, tras una laboriosa labor y un gran esfuerzo, consiguieron frenar el avance del incendio en el mismo borde del parque natural de la Serra d’Espadà. Una lengua de fuego que durante horas avanzó de forma lenta empujada por el viento que soplaba del este hacia Ahín, Eslida y Alcudia de Veo. Las llamas, como confirmó a Mediterráneo el diputado de Bomberos Luis Rubio, quedaron estabilizadas de madrugada y durante la noche estaba previsto que todos los medios terrestres disponibles continuaran sofocando el incendio poco a poco, conteniéndolo con las mangueras, jugándose la vida para conseguir salvar al pulmón de la Plana.

La superficie afectada por este desastre natural es de 1.398 hectáreas, según apuntó a última hora de la tarde el director general de la Agencia Valenciana de Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, quien señaló que la situación había mejorado y confirmó que el origen de las llamas, como ya desveló ayer Mediterráneo, se debe a una quema de rastrojos en las inmediaciones de una granja que estaba siendo rehabilitada, en Artana.

Y es que un equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil permaneció durante todo el día en la zona del incendio, pese a que, como detalló el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, las causas del mismo “no podrán determinarse hasta que no se extingan las llamas y se pueda analizar in situ el lugar, cuando ya se haya enfriado”. Fuentes solventes indicaron a este periódico que la Benemérita está investigando ya a los chavales que se encontraban en esta explotación ganadera y que, supuestamente, han provocado este tremendo daño ecológico en la Serra d’Espadà tras actuar de manera negligente.

COLABORACIÓN // El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, acudió por la mañana hasta el puesto de mando avanzado, en el polígono industrial de Artana, donde expresó su gratitud a todos los bomberos, las brigadas y militares “que han contribuido a atajar en parte lo que podría haber sido un gran desastre en el parque natural, que es una maravilla y es enormemente simbólico para todos nosotros”. El morellano, que se interesó por la estrategia que están llevando a cabo los bomberos, insistió en la obligada concienciación de la sociedad para evitar las negligencias: “Estamos en alerta máxima por riesgo de incendio y se deben extremar las precauciones”.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Javier Moliner, tuvo palabras de consideración “para quienes se están dejando la piel” y especificó que las condiciones orográficas “en un paraje de dificilísimo acceso, con unas pendientes muy elevadas, con una altísima cantidad de combustible”, estaban dificultando los trabajos de extinción. No obstante, apuntó que “la climatología, con viento de Levante y ciertas dosis de humedad” estaban ayudando “a mitigar la altura de las llamas”.

METRALLA // Otro de los problemas de este incendio, que tiene en vilo a Castellón, ha sido los restos de metralla y proyectiles de la guerra civil que duermen enterrados y que fueron explotando, reavivando el fuego, formándose visibles llamaradas. Un peligro más sumado a un monte muy rico, denso y extremadamente seco por la escasez de lluvias. H