Las fuerzas de seguridad del Estado ven complicado poder aplicar la limitación de las reuniones familiares a un único grupo de convivencia. Así lo plantearon ayer durante una reunión con la Generalitat para coordinar las nuevas medidas restrictivas aprobadas el pasado martes, según ha podido saber este diario.

La mesa interdepartamental del Consell no aprobó el martes la citada limitación, pero los consellers sí comentaron la medida, ya adoptada en las Islas Baleares, y su posible adecuación a la situación valenciana, dado que casi el 60 % de los contagios se produce en el entorno domiciliario.

Sin embargo, los responsables de Policía Nacional y Guardia Civil plantearon ayer inconvenientes a la medida, porque supondría ir contra el derecho a la inviolabilidad del domicilio, confirmaron fuentes policiales, que expresaron su preocupación además por la imagen de «estado policial» que se podría ofrecer.

Fuentes jurídicas añaden que una medida de este cariz solo podría sostenerse bajo el paraguas de un estado de excepción.

Al respecto, la Generalitat está pendiente de un informe de la Abogacía que aclare si la Administración autonómica puede adoptar esta limitación.

Una posibilidad, que ya se planteó durante la reunión del martes, es que la propuesta quede como mera recomendación a la ciudadanía.

La vicepresidenta, Mónica Oltra, dio ayer por hecho que la interdepartamental había «aprobado» esta restricción a la espera de un decreto del president, pero fuentes del Ejecutivo aseguraron que no fue aprobada y que se planteó que se necesitaba un aval jurídico. Cargos socialistas expresaron «malestar» además por la forma (un tuit de Oltra) en que se comunicó una medida que está aún en estudio.

Oltra calificó ayer de «normal» que la limitación de reuniones no fuera anunciada en la comparecencia del martes junto al resto de medidas «por prudencia», ya que debería aprobarse por «decreto del president».

La alto cargo garantizó que, si se llega a aplicar, se tendrán en cuenta los núcleos familiares de progenitores no convivientes y «las personas que conviven en soledad». «Quien lo ha regulado ya son las Islas Baleares, sería un poco seguir ese modelo», apuntó.

La líder de Compromís justificó que lo avanzara en un tuit y rechazó «polémicas en las que enseguida se hace una tormenta».