Los informes técnicos alertaban de una voraz plaga de mosquitos tras las últimas lluvias, situación que propició las fumigaciones aéreas en zonas húmedas desde Almenara hasta el Prat de Cabanes-Torreblanca la pasada semana. Pero esta acción, de momento, no parece haber tenido efecto alguno dada la eclosión masiva de estos molestos dípteros que se está produciendo en la franja litoral. Y es que esta especie que antes era solo propia del verano ahora está causando estragos aún en otoño. La problemática en la zona sur de la provincia es una realidad.

La decisión de la Diputación de Castellón de realizar vuelos antimosquitos estuvo motivada, especialmente, por la gran actividad larvidida en dos focos de proliferación como son la marjal de Nules y el Prat. Estos puntos eran los que mayores problemas presentaban debido a la gran cantidad de agua acumulada, que con las actuales temperaturas, todavía elevadas, es el principal medio de reproducción.

En Nules, el problema se ha puesto de manifiesto durante la celebración de la Fira Agrícola, donde los visitantes sufrieron esta molesta plaga, llegando casi a agotar los repelentes de los establecimientos de la zona. En Moncofa, Almassora, Burriana o Almenara la situación es muy similar. En el primero de los municipios se está fumigando intensamente todo el área del campo de fútbol donde entrenan los niños para evitar las picaduras.

Ante la situación, el Ayuntamiento de Nules se ciñe al comunicado lanzado por la empresa concesionaria del control de plagas, Lokímica, debido a la plaga existente. En este se asegura que se han reforzado los equipos con más personal y que durante las noches se han realizado «tratamientos adulticidas mediante termonebulizaciones para acabar con el mayor número de mosquitos adultos posibles en las zonas periurbana».

«Estas tareas intensivas y extraordinarias se mantendrán durante los próximos días, aunque la gran extensión de zonas agrícolas de titularidad privada implica la existencia de otros múltiples focos secundarios a los que no se tiene acceso o donde no está permitido el tratamiento a cargo del municipio, como balsas de riego, acequias terreras, pozos, arquetas y sifones.

Es por ello que se solicita la colaboración ciudadana», señalan desde Lokímica. De igual modo, insisten en que resulta «previsible que las molestias persistan durante algunos días», por lo que se recomiendan el uso de mosquiteras, repelentes o evitar transitar por entornos periurbanos en las primeras horas de la mañana y tras el atardecer.

Por su parte, Moncofa, como ya informó Mediterráneo, pone a disposición de los vecinos un granulado gratuito de cloro que puede recogerse en la Cooperativa de Riego y Soex-2 para quienes quieren tratar en el campo y en sumideros de las casas.

El otro punto más conflictivo está en el Prat. «Nos comen los mosquitos, está lleno, hay más que antes», señala Andrés Ruiz, el hostelero de Torreblanca que este verano lideró las protestas para exigir acabar con la plaga.