El sol brilla más que nunca en Castellón y en los próximos años lo hará todavía con más intensidad. Empresas y particulares empiezan a abrazar la tecnología fotovoltaica y lo hacen gracias a una mayor concienciación medio ambiental y, sobre todo, al cambio regulatorio de octubre de 2018 y a su posterior desarrollo que hicieron desaparecer las cargas y las barreras administrativas que ralentizaban los procesos y abrieron la puerta definitiva al autoconsumo. Fue el punto y final del llamado impuesto al sol y el inicio del boom de los paneles solares.

Las familias y empresas de la provincia se suman a la revolución de la fotovoltaica y los datos que maneja la Conselleria de Economía son contundentes. En los últimos nueves meses, de mayo del 2020 a febrero de este año, se han instalado paneles solares en los tejados de 547 viviendas y empresas de la provincia, frente a las 102 registradas un año antes. Y aunque las instalaciones industriales y comerciales siguen siendo mayoritarias (ahí está el ejemplo de compañías como Pamesa, Ceracasa o Transportes Monfort), el autoconsumo doméstico ha doblado su peso y ya representa cerca del 20%. «El autoconsumo doméstico está experimentando un auge sin precedentes y el coronavirus ha tenido un efecto paradójico. En un año en el que la pandemia produjo un descenso de la demanda energética, hay familias que han podido ahorrar y muchas han decidido utilizar esos ahorros para instalar placas fotovoltaicas en sus casas», describe José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (Unef). Y a nivel nacional, la tendencia es exactamente la misma: en 2020 se instalaron casi 600 megawatios (MW)de potencia fotovoltaica para autoconsumo, un alza del 30% con respecto al ejercicio anterior.

Pero, ¿qué es el autoconsumo eléctrico? ¿Cuánto cuesta instalar unas placas en casa? Básicamente, consiste en producir energía de forma individual para el propio consumo gracias la instalación de paneles solares en el tejado. Y aunque el coste depende de muchos factores como el consumo y el espacio, las instalaciones actuales para un hogar están de media entre los 3.000 y los 10.000 euros y tienen una rentabilidad del 5%. Un ejemplo: para una casa con una factura de 700 euros anuales se requiere una inversión de unos 3.500 euro con el fin de lograr un ahorro medio de 300 euros (la factura sería de 400 euros). «La energía solar fotovoltaica es un inversión totalmente rentable y 100% sostenible. El periodo de amortización en viviendas particulares ronda los 6 a 8 años y en industrias, todavía es menor», explica Jorge Espuig, director de Enersoste, una empresa con sede en Segorbe y cuya actividad solo el año pasado creció por encima de 15%.

UN MERCADO EN EBULLICIÓN

El sector del autoconsumo solar está en plena ebullición y cada día las empresas que se dedican a la instalación de placas solares tienen más y más pedidos. Elektrosol es un buen ejemplo de ello. «Hay un auge total. Uno de los motivos principales es el descenso de los precios de la tecnología solar en cerca de un 80%, lo que significa que a día de hoy, es más económico generar tu propia energía que comprarla a las comercializadoras eléctricas. Además, el descenso de los precios ha provocado a su vez, una disminución en los plazos de recuperación de la inversión», argumenta Victoria Rodrigo, responsable de una compañía con sede en Castelló y que ya cuenta con una delegación en Cataluña. «La energía solar es una tecnología respetuosa con el medioambiente, lo que contribuye a que las industrias reduzcan la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y eso les permite ganar en sostenibilidad y competitividad empresarial», añade.

Menos carga burocrática, tecnología cada vez más asequible, mayor conciencia medioambiental... y cada vez más apoyo por parte de la administración. «A día de hoy existen subvenciones que lo hacen todavía más interesante. En la Comunitat Valenciana, por ejemplo, contamos con una ayuda de hasta un 40% de la inversión en el caso de domicilios, y programas también muy interesantes dirigidos a empresas», apunta el director de Enersoste.

REBAJAS EN EL IBI

De todas las viviendas que en los últimos años han instalado en sus tejados paneles solares, algo más de medio centenar están en Benicàssim. Quizás una de las claves sea que este municipio fue uno de los primeros en la provincia en aplicar rebajas en el IBI a todas aquellas viviendas que se autoabastecen de energía fotovoltaica. Castelló, Onda, Almassora o Almenara también lo hacen. «Cada vez son más numerosos los ayuntamiento que publican ordenanzas que permiten bonificaciones en la contribución y en las tasas de la Licencia de Obra, y eso también influye en el auge», defiende Victoria Rodrigo.

Las empresas instaladoras empiezan a no dar abasto y eso que cada vez las que operan en el sector son más. «El incremento de la demanda se ha notado, sobre todo, a partir de junio, tras el confinamiento «, coinciden en otras dos compañías de la provincia.

Aunque el autoconsumo es posible tanto en viviendas unifamiliares como en edificios con varios vecinos, en los bloques de pisos las placas acaban de despegar. El proceso es mucho más complejo y todos los vecinos tienen que estar de acuerdo, lo que no siempre es posible. «Para aquellos que no puedan costearse la instalación por motivos económicos, en empresas como la nuestra ofrecemos financiación que se puede costear con los ahorros que tendrán mensualmente en la factura», dice el presidente de Enersoste.

El furor por la energía solar es ya una realidad y en los próximos años lo será todavía más, sobre todo, si se tiene en cuentan que hoy ni siquiera un 5% de las industrias tienen paneles solares en sus tejados. «Dentro de diez años, el 5% serán las que no tendrán», sentencia Victoria Rodrigo.