El futuro de las tascas de Castelló se dilucidará en el próximo año, y depende en buena parte de los resultados de las mediciones de ruido que ya están en marcha. Si se produce una disminución considerable y sostenida de los decibelios, el Ayuntamiento podrá llevar adelante sus planes. Esto es, primero, en unos meses, declarar la zona gastronómica, y después, pasado un año, eliminar la Zona Acústica Saturada (ZAS) y activar en las tascas un Plan Acústico Zonal (PAZ), levantando algunas de las restricciones vigentes hoy en día. Para ello, el Ayuntamiento ha lanzado una campaña con la que busca implicar a los usuarios para que cumplan la normativa vigente y reduzcan el ruido.