Si los autónomos ya cuentan con ayudas directas del Consell, el Gobierno valenciano prepara otro paquete económico de respaldo a los trabajadores afectados por los miles de Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) que presentan las empresas. Una de estas personas es la vila-realense Sara Devesa. Madre de 37 años de un niño de 18 meses que lleva «bien» el confinamiento, es empleada desde hace 22 años en la firma de artes gráficas Bright Star, que se ha «comprometido» a mantener los empleos tras la grave crisis sanitaria, aunque, señala, «preocupación hay».

Sara se considera «privilegiada» dentro del ERTE que se ha puesto en marcha por haber podido trabajar hasta ahora «tres días a la semana, ocho horas», para que «los ingresos bajen menos», aunque «el riesgo de contagio también es mayor».

Relata que, desde el punto de vista económico, lo lleva «mal», porque va a ingresar «el 70%, sin ningún añadido como estas semanas, a partir del lunes, y hay que pagar la hipoteca», que nadie va a decirle que le «quita parte».