Los últimos pasos dados por Castelló en Moviment y Podem que amplían sus diferencias y los alejan de la confluencia en la que han estado trabajando durante los últimos cuatro meses, hasta el punto de que irían por separado a las urnas, o incluso CSeM podría dar un paso atrás y no presentarse, fragmenta el voto de izquierdas en la capital y pone en alerta a Compromís, que aspira a liderar tras el 26-M un bloque progresista que se tambalea en función del desenlace de esta negociación a tres bandas en la que EU -dividido internamente- tampoco ha definido el papel que jugará.

OPCIONES // Respeto a las decisiones internas de cada grupo, el portavoz y alcaldable de Compromís, Ignasi Garcia, confía en que el acuerdo todavía es posible y apela «a la confluencia» para sumar. «Entendemos que para que el Acord del Grau funcione es necesario que haya un entendimiento entre CSeM y Podem». «Eso nos beneficia, porque se están creando dos bloques. Uno que quiere hacer políticas conservadoras y reaccionarias, que privatiza servicios, perjudica a la ciudadanía y solo beneficia a unos pocos. Y otro que hace políticas progresistas, que garantiza los derechos de las personas y eso requiere tener fuerza y posibilidades electorales», explicó Garcia. «Cada uno tiene que ser consecuente con lo que proclama y lo que quiere crear. Desde Compromís, preferimos que lleguen a un acuerdo. Lo importante son las políticas, no las personas», manifestó.

Desde Podem, su líder en Castellón, Fernando Navarro, recordó que su primera opción era la confluencia con CSeM y EU, pero «ahora vemos que no ha sido posible y después de cuatro meses sin llegar a un acuerdo, no tendría sentido retomar las negociaciones». En todo caso, «tras rechazar nuestra propuesta, si alguien tiene que rectificar alguna postura, le corresponde a CSeM», aseguró. Navarro reconoció que el principal riesgo al que se enfrentan es la abstención, pero también ve que «una mayor oferta puede movilizar al electorado más específico». Su objetivo es «entrar a formar gobierno».

Desde CSeM, su portavoz, Xavi del Señor, explicó que, sin cerrar la puerta a retomar la negociación por la confluencia, los escenarios a los que se enfrentan son acudir a las urnas del 26-M en solitario o no presentarse.