La durísima guerra en la que se ha convertido el proceso de revisión de los peajes del gas va quemando etapas, aunque el nivel de tensión no decae. El pasado lunes finalizó el proceso para que los afectados, entre ellos el sector azulejero, presentaran alegaciones a la segunda de las circulares hecha pública por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En paralelo a la vía administrativa, las empresas gasistas han incrementado su presión sobre el organismo regulador al enviarle una carta en la que advierten de pérdidas y de recortes de empleo si se consuma la rebaja de los peajes.

Los principales inversores de las compañías energéticas mueven ficha después de que el sector azulejero y sus industrias afines forzaran la semana pasada la convocatoria de una reunión con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que se producirá el próximo martes. En este encuentro, al que también asistirá el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, y representantes de otros sectores industriales, se exigirá a Garamendi que sea neutral en el conflicto con las gasistas, después de que el máximo dirigente de los empresarios españoles se posicionara a favor de las mismas.

DESPROPORCIONADO

El tono de la misiva de los inversores gasistas a Competencia evidencia hasta qué punto esta revisión de los peajes, que en principio se presentaba como un proceso técnico, se ha convertido en una guerra abierta entre la industria y las empresas que les sirven el gas que incluso amenaza la estabilidad de la CEOE. Si el azulejo, junto a las empresas de fritas y esmaltes y las de maquinaria, no parece dispuesto a dar su brazo a torcer, tampoco las gasistas dan la sensación de querer retroceder. La carta explicita el «profundo desacuerdo» por unos cambios «desproporcionados e impredecibles» que supondrían una caída en la retribución de «al menos, el 32% para el sector».

Los firmantes, entre los que hay inversores internacionales e institucionales, fondos soberanos y compañías gasísticas advierten asimismo de que si las circulares no se modifican a su favor, cientos de empleos estarían en peligro, pues se produciría una «parálisis del sector». Alguna firma, como Madrileña Red de Gas, ya ha amenazado con la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE).

El cluster cerámico de Castellón, junto a una decena más de sectores productivos, tampoco se conforma con las circulares de Competencia y ha presentado alegaciones pese a que las mejoras incluidas en las mismas le permitirían un ahorro progresivo que el 2026 alcanzaría los 25 millones de euros. Esto solo afecta a las azulejeras, por lo que sumando a los colorificios y la maquinaria la cifra sería sensiblemente mayor. Entre las propuestas del sector en las alegaciones destaca que las medidas sean efectivas de inmediato, y no de forma progresiva.

ANTES DE FIN DE AÑO

El conflicto, pues, está más enconado que nunca, lo que según explicaron desde la asociación GasIndustrial, que reúne a los sectores industriales más intensivos en el uso de esta materia prima, «no debería retrasar» un proceso que tiene que estar resuelto «antes de fin de año». Estas mismas fuentes advirtieron de que las primeras medidas deben entrar en vigor en octubre del año próximo, por lo que no existe demasiado margen para dilatarlo. Ni siquiera el hecho de que varios de los miembros de la CNMC hayan agotado su mandato y no tengan sustituto por la falta de gobierno ha paralizado unos trámites que en las próximas semanas seguirán con la presentación de los cambios ante el Consejo de Estado.