El Ministerio de Transportes, a través de la Dirección General de Carreteras, comenzó ayer el derribo de las playas de peaje (estructura de las cabinas de cobro) de la autopista AP-7 en la provincia de Castellón, después de que el pasado mes de febrero realizara las primeras tareas de desmantelamiento de estas instalaciones, tal y como confirmaron fuentes oficiales a Mediterráneo.

Los trabajos de demolición se iniciaron a primera hora de la mañana en el acceso sur a Castelló y se desarrollaron principalmente en las marquesinas, si bien, las obras también afectarán al resto de edificios y dotaciones de este servicio que quedó anulado el pasado 1 de enero tras la liberalización de la autopista. Además, el departamento que dirige José Luis Ábalos tiene previsto ejecutar un desvío definitivo para la circulación de los vehículos por este vial a la altura donde se encontraba este peaje.

ELIMINACIÓN

Las mismas fuentes oficiales concretaron que la eliminación de estas estructuras del resto de la provincia -Peñíscola-Benicarló-Vinaròs, Torreblanca, Orpesa, Castelló norte, Alqueries-Vila-real y Moncofa- se irá ejecutando de forma progresiva en los próximos días hasta que concluyan todos los trabajos que borrarán las huellas de la antigua autopista. Estas actuaciones se suman a las que ya se han realizado en los peajes del resto de la Comunitat Valenciana durante estos meses.

Hay que recordar que, tal y como afirmó el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, la liberalización de la autopista --desde Tarragona hasta Alicante, en cuyo tramo se encuentra el término de la provincia de Castellón-- supondrá un ahorro de 300 millones para los ciudadanos. De esta forma, en la actualidad, y desde el pasado mes de enero, los castellonenses pueden circular por este vial de forma gratuita Se prevé que absorba, como mínimo, el 30% de los vehículos que antes se desplazaban por esta carretera, según datos del Ministerio de Fomento.