El Gobierno dio luz verde la semana pasada al desbloqueo de la licitación de obra pública, una reivindicación liderada por el president de la Generalitat, Ximo Puig, pues a su juicio esto va a suponer «un factor de reactivación económica» en el contexto de la crisis sanitaria. El Ejecutivo había puesto como condición en el estado de alarma que se impulsaran solo actuaciones de primera necesidad, que además debían ser convenientemente motivadas. Levantada esta restricción, tanto la Administración central como la autonómica tienen pendientes muchos proyectos en la provincia, sobre todo tras un 2019 de especial sequía licitadora.

El comienzo de año --sin contar marzo, cuando se declaró la emergencia-- presenta una mejor evolución en este sentido que el ejercicio precedente. En enero, según los datos de la patronal de constructores, Seopan, el Gobierno y la Generalitat sacaron a concurso en Castellón proyectos por valor de 23 millones de euros. Una buena inyección, ya que supone casi el 20% del valor de todas las actuaciones que licitaron en todo el pasado ejercicio.

INVERSIÓN // El Ejecutivo central aportó durante ese mes actuaciones valoradas en 16 millones de euros. La mayor parte de esta cantidad corresponde a la ampliación de plataforma y la reordenación de accesos en la N-238 (kilómetros 2,500 al 8,750) en Vinaròs, una actuación impulsada por el Ministerio de Transportes que va encaminada a mejorar el tramo de enlace con la AP-7.

En los dos ejercicios anteriores solo hubo dos aportaciones económicas semejantes. El pasado en noviembre, cuando se licitaron actuaciones por 18 millones; y en el 2018 en julio, 55 millones de euros destinados a actuaciones en el corredor mediterráneo --pero que no tenían como destinataria exclusiva la provincia--.

Con estas dos excepciones, el resto de meses las licitaciones llegadas desde Madrid fueron más bien escasas, llegando a registrarse incluso algún 0.

En enero, la Generalitat también licitó obra pública en Castellón por encima de lo acostumbrado en los últimos tiempos, 4,2 millones de euros. En el 2019, solo en dos meses hubo una cantidad semejante, en un ejercicio caracterizado por la carestía.

Sin llegar a estas cotas, la aportación de ambas administraciones en febrero fue de más de siete millones de euros --cinco en el mismo mes del año pasado--.

Este impulso deberá ser mayor para paliar el déficit en infraestructuras en la provincia denunciado por la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingenieria Civil en un informe reciente, que señala los proyectos a priorizar. Por ejemplo, el acceso viario a la dársena sur del puerto desde la CS-22, finalizar la ronda de circunvalación de Castelló, la conexión de la CV-10 con la CV-21, prolongar la CV-10 o la conversión de la N-232 en autovía A-68.