El Ministerio de Agricultura que dirige Luis Planas ha decidido desmantelar los cuatro laboratorios destinados al control de plagas en cítricos y en otras especies vegetales y su investigación que llevan décadas realizando estas tareas en el Ivia (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), y dos más situados en Madrid para centralizar los trabajos en un centro de Lugo.

El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), que representa a las empresas exportadoras citrícolas, alerta de que centralizar los análisis de plagas y enfermedades en un único centro en Galicia sin experiencia es un «grave error» y servirá para agilizar importaciones de países terceros a través de puertos como el de Vigo, con el que ya opera Sudáfrica.

PortCastelló

Un daño colateral adicional que supone alejar los controles fitosanitarios es que cierra las expectativas de PortCastelló de poder recuperar el tráfico de cítricos, tanto en el plano de la exportación --perdida para el puerto por los aranceles de EEUU--, como en el de las importaciones. Precisamente, desde diversas instancias se ha repetido la reivindicación de que la inspección de la sanidad vegetal de los productos importados se sitúe en Castelló, como ha publicado Mediterráneo, una posibilidad que queda ahora frustrada.

La medida es «un despropósito, supondrá un despilfarro de dinero público y pondrá en riesgo una labor que resulta clave para el sector citrícola y hortofrutícola español», advirtió este miércoles la directora general de la patronal de los exportadores de cítricos privados, Inmaculada Sanfeliu, quien reclamó por todo ello que el proyecto sea retirado.

La competencia desleal

La medida supone, según los exportadores, dar «mayores facilidades a los operadores de terceros países que, como Sudáfrica, Argentina o Brasil, están llegando a acuerdos con navieras para intensificar el tráfico de frutas (cítricos, frutos rojos y frutas tropicales) con recintos lejanos a las zonas productoras, como el Puerto de Vigo o el de Marín y la Ría de Pontevedra».

En caso de sospechas, los funcionarios del ministerio que revisan en estos enclaves o en otros del norte de España las condiciones fitosanitarias de estas partidas ya no tendrán que remitir las muestras a los citados centros de Valencia o Madrid, sino que lo harán al referido de Lugo.

«Exportadores de cítricos como los sudafricanos, que habían decidido dejar de operar con los puertos españoles por las discrepancias surgidas con la Inspección Fitosanitaria (Fito) española del puerto de Vigo en el 2014 por la inter-pretación de naranjas asintomáticas sospechosas de padecer‘mancha negra, acortarán plazos al poder remitir las muestras a Lugo, con personal sin experiencia y mucho más próximo», explicó ayer Sanfeliu.

Malestar

En abril del 2019, el CGC ya denunció la «irrelevancia de España en sanidad vegetal». Lo hizo también después de conocerse que ningún centro español se había presentado al proceso de selección realizado por la UE para designar hasta cinco centros de referencia europeos en esta materia. El malestar generado por todo ello ya ha sido trasladado por los exportadores a la Generalitat y este jueves, se hará lo propio en una reunión prevista con el ministro Luis Planas.