El Gobierno Central obvia la importación de cítricos contaminados «y mira hacia otro lado». Así lo denunció ayer el senador de Compromís por Castellón, Carles Mulet, tras recibir la respuesta parlamentaria a su pregunta sobre si el Gobierno pensaba instar al Comisionado de Agricultura de la Unión Europea a que se prohíban las importaciones de frutas y verduras tratadas con productos cancerígenos o que no están permitidos en nuestra agricultura, por dañinos para la salud o el medio ambiente.

En este sentido, y tras conocer la contestación oficial, Mulet denunció en declaraciones a Mediterráneo que el Gobierno «reconoce que están entrando productos agrícolas tratados con fitosanitarios y plagas no permitidas en territorio europeo». Por este motivo, Mulet exigió contundencia al Gobierno central para luchar contra esta situación.

De hecho, en su respuesta parlamentaria el equipo de gobierno estatal reconoce que es «condición indispensable para establecer una cláusula de salvaguardia o medidas especiales de control a los alimentos importados, o sea procedentes de terceros países, de conformidad con los artículos 53 y 54 del Reglamento n° 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002, por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria, que se ponga de manifiesto la probabilidad de que un alimento o un pienso, procedente de la UE o importado de un país tercero, constituya un riesgo grave». Con la información disponible hasta el momento, «esta circunstancia no se cumple de manera general para todos los alimentos, orígenes y sustancias activas y, por lo tanto, los potenciales riesgos se gestionan con las medidas de control oficial actualmente disponibles, como el sistema de autorización y control ya mencionado y, especialmente, el Reglamento nº 669/2009 de la Comisión, de 24 de julio de 2009, en lo que respecta a la intensificación de los controles oficiales de las importaciones de determinados piensos y alimentos de origen no animal», afirma.