El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) aprobó ayer jueves los nuevos objetivos de estabilidad para el próximo año. En la reunión del CPFF, la primera que presidieron la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Política Territorial, Meritxell Batet, la propuesta salió adelante pese a que en el encuentro hubo muchas críticas al Gobierno socialista y reproches para Cataluña, que decidió no acudir al encuentro.

Votaron a favor las comunidades gobernadas por el PSOE (Andalucía, Extremadura, Baleares, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón y Cantabria), mientras que sus compañeros del PSPV, representados por el conseller de Hacienda, Vicent Soler, optaron por la abstención, y votaron en contra las controladas por el Partido Popular (Madrid, Castilla y León, La Rioja, Galicia y Murcia), así como el consejero del ejecutivo canario. El País Vasco y Navarra se rigen por su régimen foral.

Las comunidades tendrán en el 2019 un objetivo de déficit del 0,3%, y no del 0,1%. Además acordaron crear un grupo de trabajo político para impulsar la reforma de la financiación autonómica y otro para estudiar la armonización tributaria de las autonomías, pero solo de los impuestos cedidos. Soler argumentó su abstención, pues considera que la valenciana es «la autonomía peor financiada de España», indicó, aunque salió del encuentro «satisfecho», porque supone «un paso importante» en la relación del Gobierno central con las comunidades.