Cada 23 de abril, esos salvaguardas y transmisores del conocimiento y de la cultura, es decir, los libros, están de celebración, pues en el día de Sant Jordi se rinde homenaje a estos compañeros fieles que son «extensión de la imaginación y la memoria», que decía Borges.

Desde 1988 tiene lugar esta gran fiesta en todo el mundo promovida por la Unesco y desde ese mismo año la provincia de Castellón ha permanecido fiel, incluso ahora, en una coyuntura que se ha visto marcada por una crisis sanitaria que ha afectado a nuestro modo de vida y a nuestra economía, agravando aún más un sector, el del libro, que siempre está luchando por su supervivencia y que comprende a diferentes empresas e instituciones.

Así, algunas librerías de la provincia como la benicense Noviembre, o instituciones como los ayuntamientos de Benicàssim, Orpesa, Burriana, Vila-real, Vilafranca o Castelló, además de la Generalitat valenciana, la UJI y la Diputación de Castellón han organizado a lo largo de esta festividad cultural un sinfín de actividades para todos los públicos a través de las redes sociales, con conexiones en directo o vídeos.