Las empresas hoteleras de Castellón encadenan los cierres de establecimientos, mientras esperan que las pérdidas de la primavera no se extiendan a la temporada de verano. De hecho, son los empleados de hostelería y restauración los primeros damnificados por la oleada de ERTEs. Los primeros días, por parte de compañías de pequeño tamaño, y desde esta semana, por los grandes operadores de la provincia.

En Castelló, la cadena Civis anunció ayer el cierre temporal de sus negocios, que incluyen al Tryp Castellón Center, el Jaime I y el Luz; además de los restaurantes A Taula y Aqua y la Masía Fuente la Reina. La clausura se mantendrá «hasta que se vuelva a la situación anterior», indicaron en un comunicado. Mientras tanto, se trabajará con un equipo de mínimos para atender consultas, modificar reservas y esperar la llegada de nuevas. Un panorama parecido se experimenta en el hotel Intur, informaron a través de su página web.

Las medidas de regulación temporal se extienden en los diferentes destinos. Marina d’Or deja vacíos sus establecimientos y 240 personas dejarán de trabajar, aunque desde fuentes de la empresa mencionan que solo mantendrán esta medida mientras dure este estado de alarma.

En Peñíscola, uno de los grupos que suma un mayor número de camas, ZT Hotels prepara otro ERTE. Su consejero delegado, Javier Gallego, explica que incluye «a 290 personas». Aún así, espera que este fuerte contratiempo «no afecte a la temporada de verano, que es la más importante; por el momento ha perjudicado el mes de marzo, que cuenta con un buen rendimiento gracias a Fallas y las semanas previas de la Pascua, pero no tiene el mismo efecto que julio o agosto». Desde Servigroup, con presencia en Benicàssim, Orpesa, Alcossebre y Peñíscola, ya decidieron no empezar la temporada, puesto que suelen abrir para Semana Santa, y por ahora no hay fecha para el inicio. El presidente de la compañía, José María Caballé, comentó que se trabajará, «en permanente diálogo con los representantes de los empleados, para minimizar el impacto en las plantillas»

Mientras ya son más de 600 los asalariados de grandes operadores hoteleros los perjudicados por el efecto del coronavirus. La otra consecuencia será la referida a los contratos temporales, que justo ahora debían empezar a firmarse, con la merma de ingresos en muchas familias.