Una intensa tormenta con granizo, lluvia y aparato eléctrico sorprendió el miércoles por la tarde a los vecinos de Vilafranca, al teñir de blanco las calles y el entorno de la localidad.

La piedra cayó en dos fases. En una primera, en la que el nuevo colector funcionó, no se registraron incidencias. No obstante, en la segunda el pedrisco y las hojas taponaron las bocas de los desagües, lo que provocó la acumulación de agua en puntos determinados de la localidad.

El patio de butacas de la Casa de la Cultura se inundó, por lo que el Ayuntamiento requirió la presencia de los bomberos de Diputación para realizar un achique. También se También se vio anegada la carnicería Carns Noel. Además, el episodio también causó cortes en el suministro de luz y teléfono. La alcaldesa, Silvia Colom, y varios concejales estuvieron atentos a la situación y se interesaron por si los vecinos sufrían daños. Según el Ayuntamiento y Avamet se recogieron 70 l/m2.

A su vez, el pedrisco también provocó daños a cultivos de la zona como el calabacín.

El interior de Castellón estaba en alerta amarilla por el riesgo de lluvias y tormentas. Y de hecho, los rayos se hicieron presentes en todo el interior. No obstante fue un episodio bastante localizado, porque en Portell y Castellfort no se registró piedra y las cantidades recogidas fueron muy escasas (2,4 en Portell, 1,2 en Castellfort y 1,8 en Morella).

Posteriormente al episodio de Vilafranca, entró un núcleo tormentoso procedente de Teruel por el interior sur de la provincia. Por esta razón el Consorcio Provincial de Bomberos pidió precaución a los ciudadanos ante la posibilidad de que se produjeran repentinas crecidas en el cauce de ríos y barrancos.

Hoy no se descartan tormentas en el interior, según la previsión. De hecho, pueden ser localmente fuertes con máximas de 26 a 27 en la costa y en torno a los 22 en el interior.