Al grito de Visca Sant Pere, el Grao arrancó ya la semana grande marinera de Castellón 2018. Atrás quedan nueve días intensos, non stop para los peñistas, los vecinos, los visitantes, y para los máximos representantes, Laia Tirado y Edurne Giner, acompañadas por el presidente de la Comissió de Festes de Sant Pere, Juan Antonio Tirado; y el presidente infantil, Adrián Bou; además del teniente alcalde del distrito marítimo, Rafa Simó, entre otras autoridades de la ciudad.

Desde el balcón de la tenencia de alcaldía, y ante decenas y decenas de personas, el distrito marítimo vivió el adiós a sus fiestas, las del patrón de Castellón, de los marineros y de la gent del Grao. Pero también un hola a las del año que viene, en las que «consolidar actos, como el festival de teatro infantil Peixets, que ha tenido mucho éxito; o la ofrenda al patrón por la tarde, que ha sido multitudinaria. «Es un cambio que acabará arraigando, como ya han hecho el día de las paellas, con las expectativas cumplidas en la jornada más gastronómica de las fiestas, un acierto», indicaron fuentes de la organización.

Y también destacaron «la aportación de las peñas, elemento indispensable y único de las fiestas de Sant Pere, que fan festa dentro y fuera de sus sedes», señalan.

Ayer, como en un remanso de paz para los guerreros festeros del Grao, solo el concurso de paellas brilló en el programa matinal. El arroz de la peña Ni un més resultó vencedor, el de La Fugida quedó segundo y el de La Marcha, tercero. El premio al mejor disfraz de acompañamiento de los toros fue para Tots per la borda --Fugida fue segunda y Norai, tercera--. El de mejor acompañamiento se lo llevó Cap i Cua --El Congre fue segunda y Sense Remei tercera--.

El desfile final de fiestas, que repartió color por el paseo Buenavista, hacía presagiar un Visca Sant Pere clamoroso. Entre lágrimas de emoción y de reconocimiento a los que las han hecho posibles, Laia y Edurne hicieron los honores con el sant mariner, en el inicio oficial del verano.