El Grau de Castelló correrá el segundo encierro de su historia el domingo 30 de junio en el marco de las fiestas de Sant Pere, en una matinal de órdago con reses de la ganadería de Torrealta, una de las más apreciadas por la afición al bou al carrer de Castellón y de toda España. La comisión taurina del distrito marítimo avanzó ayer que será «una cita muy especial y esperada por la afición, después de 13 años desde que se organizó la primera y única entrada, en el 2006, con reses de Germán Hervás», según el responsable taurino de la Comissió de Sant Pere, Hugo Samblás.

«Son seis toros de primera, que estamos seguros que causarán una gran sensación en un lugar tan taurino como el Grau y una provincia como Castellón, donde el bou manda en las fiestas más importantes», dijo. Así, la capital se suma a la nómina de municipios con encierros cerriles de la provincia, como la Vall d’Uixó, Almassora, Onda y Vila-real.

«Se presentó la posibilidad de traer a los torrealta a Castelló y el Ayuntamiento nos dio la luz verde, con el teniente alcalde del Grau, Rafa Simó; y el concejal de Fiestas, Omar Braina, al frente; y, tras contar con el apoyo de las peñas y de la comisión organizadora, tiramos hacia adelante», explica el responsable taurino.

El bou al carrer en Sant Pere fue uno de los primeros actos a los que asistió la alcaldesa, Amparo Marco, en el 2015, tras su toma de posesión al frente del Ayuntamiento de la capital de la Plana.

‘TURISMO DE ENCIERROS’

Samblás espera que el Grau «entre, con este encierro de primera categoría, por la puerta grande en el circuito del llamado turismo de encierros, atrayendo a aficionados, no solo de la provincia, como ya suele pasar en los festejos de la semana grande de Sant Pere, sino a nivel nacional», puntualiza. Y es que «el encierro de cerriles de Torrealta será solo una semana antes de arrancar los Sanfermines de Pamplona, con lo que se puede convertir en el primer punto de encuentro de la afición en el calendario estatal». «Sería una excelente primera toma de contacto con el toro», subraya.

El bou se conforma, en este contexto, como un elemento dinamizador de la economía, principalmente en el sector de la restauración, aunque también puede sumar enteros en las pernoctaciones si atrae afición nacional.