Los escolares de los grupos «burbuja» se deberán aislar por completo si uno de ellos es positivo por covid-19. Así lo avanzó ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà, que confirmó que cuando se tenga conocimiento de un caso positivo de coronavirus en un grupo estable de convivencia (como se han organizado obligatoriamente en Infantil y 1º y 2º de Primaria), toda la clase deberá guardar una cuarentena de 14 días pues, en estos niveles, no hay distancia interpersonal en las aulas (y, en Infantil, tampoco mascarilla).

Según avanzó el conseller, esta y otras medidas -como qué hacer en caso de que un hermano se contagie-, aparecerán en una guía que elaboran junto a Sanidad y que «próximamente» recibirán los centros educativos.

En el resto de niveles, donde el alumnado debe guardar los 1,5 metros de distancia y llevar mascarilla, Salud Pública determinará qué compañeros del alumno con covid-19 deben realizarse una PCR y aislarse. Como apuntó el conseller, serán los más «próximos», aquellos que hayan tenido más relación con el caso positivo. Asimismo, sobre la decisión de cerrar por completo un centro o confinar una o varias aulas, esto también competerá a Salud Pública, detalló Marzà, siempre teniendo en cuenta la situación epidemiológica del entorno del centro (ya sea el barrio o el municipio).

En esta línea, según apuntó el conseller -quien ayer visitó el CEIP Mare Nostrum de València acompañando al presidente Ximo Puig y junto al secretario autonómico de Educación, Miguel Soler-, el protocolo desplegado en los centros puede hacer que colegios e institutos contribuyan a la detección temprana de nuevos casos. «Con las medidas de protección, con el distanciamiento necesario y con toda la organización colectiva que se ha hecho, los centros educativos serán un factor más de detección que de contagio», por lo que considera que las familias pueden sentirse «seguras».

Asimismo, afirmó que viendo lo ocurrido en otros países europeos que ya han vuelto al «cole», en los centros se detectan los casos pero los contagios se dan fuera. Además, afirmó que el departamento de Salud Pública se ha comprometido a que las PCR al alumnado se realizarán de manera «inmediata» cuando se notifique un posible caso.

Medidas en caso de síntomas

Cabe recordar que el protocolo de Educación y Sanidad -que ha sido actualizado con la obligatoriedad de la mascarilla a partir de seis años- indica que si un alumno presenta síntomas en clase, debe ser llevado al «aula covid» y el centro se pondrá en contacto con su familia, que seguirá las instrucciones de su centro de salud. Los miembros del Consell visitaron ayer el CEIP Mare Nostrum de València, para demostrar que «es posible organizar los centros de forma segura y saludable».

Como explicó Sole Salcedo, la directora de la escuela - donde han preparado con mimo cada detalle para voler a acoger al alumnado después de cinco meses-, cuentan con cuatro accesos en los que han dividido las entradas y salidas de los diferentes niveles y, cada mañana, tomarán la temperatura al alumnado (medida no obligatoria en los colegios, sí en casa, según confirma la conselleria).

Los escolares, se desinfectarán las manos antes de acceder al aula,y cuando coman y salgan o vuelvan del patio, donde cada nivel tiene un espacio delimitado, que variará cada semana.

Asimismo, se ha habilitado una sala «extra» para el comedor y el aula de música se ha reconvertido en clase para el grupo más numeroso.

Desde la escuela -llena de señales y cartelería que recuerda las medidas- también han optado porque solo hagan fila los más pequeños, por lo que el resto de escolares acudirán directamente a su aula, como en los institutos. Según apuntó Salcedo, el objetivo del 2020-21 es «continuar fomentando la inclusión educativa», a pesar de la covid-19.

En el centro, el presidente Ximo Puig aseguró ayer que el inicio de curso «nunca hubiera sido posible sin el trabajo de toda la comunidad educativa» y destacó el «sobreesfuerzo» que se está haciendo desde el ámbito educativo, lo que también valoró el conseller Marzà. Puig aseguró que se pondrá «todo lo necesario» para que la educación sea «de la mejor calidad posible» e instó a «anteponer el interés general de los niños y niñas» a otras cuestiones.