La de Castellón se encuentra entre las 20 provincias costeras del territorio nacional en las que la Guardia Civil ha iniciado una campaña de control de embarcaciones deportivas, de recreo y de motos acuáticas, que se prolongará hasta el 15 de septiembre, con el objetivo de mejorar la seguridad de usuarios y bañistas.

Quienes se vean sometidos a estas inspecciones deberán tener en vigor tanto los certificados de navegabilidad como los justificantes de pago de la prima del seguro y la titulación de piloto que se corresponda a las características de la embarcación.

Los controles no se limitarán a las embarcaciones en uso, sino también a los establecimientos y negocios que gestionan este tipo de actividad. En su caso, la Guardia Civil pretende concienciar a los profesionales, pero también a los usuarios ocasionales, que aumentan en temporada estival.

Fuentes de la benemérita informan de que en la campaña desarrollada en el año 2017 se realizaron 4.968 inspecciones, en las que se controlaron 302 certificados de navegabilidad, 514 pólizas de seguro y 304 títulos de piloto.

Por lo que respecta a la supervisión de motos náuticas, la campaña busca evitar en la medida de lo posible los accidentes y, por consiguiente, incrementar la seguridad de la vida en el mar. Las intervenciones no se limitarán a la costa, dado que estos vehículos también son habituales en pantanos, embalses o lagos.