Baño de masas en el parque Ribalta para la Guardia Real antes de su partida, tras cinco días de exhibiciones por toda la geografía provincial. Cientos de castellonenses no faltaron ayer a la cita con los militares, que realizaron una espectacular parada y una jura de bandera en la que quisieron participar 200 civiles, en un acto presidido por la alcaldesa, Amparo Marco; el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues; y el almirante Juan Ruiz Casas, jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey.

Un total de 650 miembros de la Guardia Real participaron en el desfile final, en el que pudo verse a los 120 caballos desplazados a la provincia, la unidad canina, las motos y los cañones. Los asistentes no quisieron perder detalle del espectacular acto, por lo que algunos no dudaron en madrugar para lograr un sitio privilegiado. Dos horas antes del inicio ya había quien, expectante, reservaba un lugar en primer fila.

En un escenario muy parecido al que se vive cada año con motivo de la Maratón de Castellón, la Guardia Real hizo un repaso por su completo programa en la provincia, alabando su diversidad geográfica y hospitalidad. Los militares han visitado Els Ports y el Baix Maestrat, han ascendido al Penyagolosa y han buceado en Orpesa y Benicarló, entre muchas otras actividades destacadas.

ÉXITO /

Una visita que ha causado sensación entre los ciudadanos. Dos centenares de ellos quisieron mostrar ayer su compromiso con España a través de la bandera. Entre ellos, estuvieron el presidente de la Diputación, Javier Moliner; el expresidente de la Generalitat, Alberto Fabra; el subdelegado, David Barelles o el fiscal jefe de Castellón, José Luis Cuesta.

A los tradiciones vivas a España y al Rey les sucedió ayer en el Ribalta un Viva Castellón que resonó con fuerza. La bandera de la Guardia Real fue arriada con el himno, doblada y entregada a la alcaldesa como recuerdo de la visita, que será recordada mucho tiempo.