Cuarenta euros el test rápido y 155 la PCR. Es el coste que tiene hacerse las pruebas de coronavirus por cuenta propia en algunos laboratorios de Castellón y es también el camino que están tomando muchos castellonenses ante la escasez de analíticas por parte de la sanidad pública.

Sin embargo, no puede hacérselas cualquiera. Es necesario contar con un volante del médico para poder someterse a las pruebas en cualquier laboratorio privado desde que el Gobierno de Pedro Sánchez diera luz verde a la intervención de estos espacios hace 14 días para agilizar la realización de pruebas del covid-19.

El laboratorio de la farmacia Calderón, en la calle Colón de Castelló, es uno de los negocios donde se hace la doble prueba de lunes a viernes, en horario de mañanas, y se obtiene el resultado en 48 horas. No es necesario avisar previamente y basta con llevar la autorización médica. Una de las personas que han pagado de su bolsillo las pruebas explica: «Yo acudí recientemente a realizarme el test porque había pasado una gripe muy fuerte a principios de año, la peor de mi vida, y tenía la sensación de que había pasado el virus. Además, convivo con personas de riesgo y temía un posible contagio».

Familiares de personal esencial también se encuentran en estos momentos preocupados por si se contagian. «Mi marido es policía, ha tenido algún compañero infectado y, aunque él no ha caído enfermo, puede ser asintomático y contagiarme a mí», dice una castellonense que, además, se encuentra embarazada.

«Yo estaba decidido a hacerme el test por mi cuenta, pues tengo 68 años y mi hija, con la que convivo, es enfermera de hospital y tiene muchos números de infectarse. Por suerte, en los últimos días le han hecho a ella el test y ha dado negativo», dice, aliviado, un jubilado de Vila-real.

El número de analíticas realizadas en España para detectar el coronavirus ha estado en tela de juicio desde que comenzara la pandemia. Sindicatos sanitarios y policiales denunciaron durante semanas la necesidad de unas pruebas masivas que no llegaban ni a los sectores esenciales.

A medida que avanzaba el coronavirus, se restringían más las pruebas diagnósticas. Ejemplo de ello son los casos leves y moderados: mientras en la primera fase de la pandemia se realizaban test a todos los enfermos, estos acabaron reduciéndose de forma drástica. Los casos sin sintomatología grave se aislan ahora en casa sin llegar a confirmar el diagnóstico.

El departamento de la Plana (el más afectado en la provincia) recibió más de 4.000 test hace unos diez días y Vinaròs unos 2.500, con prioridad para sanitarios.