La situación financiera del Ayuntamiento de Castellón ha mejorado. Así lo apunta un informe del Ministerio de Hacienda y Función Pública, en el que señala que la ciudad se mantiene entre las capitales de provincia con la ratio de deuda por habitante más baja. La alcaldesa, Amparo Marco, destacó que, según dicho documento estatal, «a finales del 2016, Castellón se situaba en la parte baja de las grandes ciudades españolas en lo que respecta a la situación del endeudamiento municipal, que ha descendido».

COMPARATIVA / El análisis de las cuentas públicas refleja que la deuda por habitante en Castellón ciudad --que está por debajo de la media, por población-- es de 389 euros, frente a los 3.795 de Jaén, la capital con la cifra más elevada. Cada vecino de Madrid está endeudado en 1.221 euros; en Barcelona, 522; València, 830; Sevilla, 502; Zaragoza, 1.498; y Málaga, unos 952 euros.

La máxima dirigente municipal añadió que «la prioridad del equipo de gobierno local, desde el 2015, ha sido reducir el endeudamiento para estabilizar la situación financiera municipal y así obtener más recursos para las políticas sociales». «El Ayuntamiento paga ahora menos a los bancos y dedica más presupuesto a lo importante: mejorar la calidad de vida las personas», dijo.

Marco destacó que estos datos corresponden a 31 de diciembre del 2016 y que la situación financiera actual es mejor todavía, ya que se han realizado diversas amortizaciones de crédito que aún dejan las finanzas municipales en mejor lugar. «El objetivo es terminar el mandato con un nivel de endeudamiento mínimo», apuntó. Por otro lado, la munícipe señaló que el afán por reducir la deuda es compatible con la mejora de los servicios públicos y con potenciar inversiones en obras públicas. El consistorio, de hecho, ha impulsado en los dos últimos años obras financieramente sostenibles por casi 12 millones de euros, al margen de las inversiones ordinarias.

Además, se ha activado una política fiscal para reducir de forma progresiva el importe a pagar en impuestos y tasas. El coeficiente del Impuesto de Bienes Inmuebles bajará en 2018 un 7,69% y, al tiempo, se ha pedido al Gobierno central una bajada lineal del 9,1% de valores catastrales.