El plumífero, los guantes y la bufanda van a ser necesarios a partir del miércoles en toda la provincia de Castellón. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a que el termómetro se desplomará hasta los -10º en el interior, mientras que en el litoral las mínimas rondarán los 0 grados. «La nubosidad hace que las temperaturas no bajen tanto, pero el miércoles despejará y es cuando se notará la entrada de aire frío propia de un riguroso invierno», explica el jefe del área de Climatología de la Aemet en la Comunitat Valenciana, José Ángel Núñez.

El lunes, las máximas registraron un ligero descenso, con valores que se quedaron en un grado en algunos puntos del interior provincial, como Castellfort.

De momento, el martes, el interior sigue en alerta por nevadas y heladas, especialmente en la comarca de Els Ports, y seguirá lloviendo de forma débil en la costa. La inestabilidad meteorológica dará paso a una brusca bajada del mercurio que será acuciada el jueves y el viernes, pero cara al próximo fin de semana subirán, aunque de forma débil, las mínimas.

UN ENERO CÁLIDO//

«Este tiempo es el normal por estas fechas, lo anómalo es lo que vivimos semanas atrás, por ejemplo, a principios de año hubieron máximas de más de 26 grados en Castellón, temperaturas casi veraniegas», puntualiza Núñez.

Según el avance climatológico de enero elaborado por la Aemet, el carácter muy cálido de este mes fue debido a dos picos cálidos centrados en los días 3 y 4, y en los días 21 y 22. En el primero, las temperaturas más altas se observaron en el litoral, con 26,4º en Vinaròs, 26,1 en Torreblanca y 25,7 en el observatorio provincial de Almassora.

La temperatura registrada en el observatorio de Castellón fue la tercera más alta recogida en un mes de enero, solo superada por los 27,4 grados del 7 de enero de 1982, y por los 26,4 del 13 de enero del 2004. También fue más cálido de lo habitual en las comarcas de interior, con dos grados más.

La mínima en enero llegó hasta los -6,3º en Vilafranca.