Tal como reconocen los empresarios del sector y los alcaldes, el transporte metropolitano que orbita en torno a Castelló precisa de una apuesta por parte de las administraciones. Es un diagnóstico que suscribe el profesor de la UJI y doctor en Historia especializada en Transporte, Pablo Marco, que enumera algunos de los déficits actuales. «Hacen falta más líneas, más cobertura... Mejoras que conviertan al transporte público en una alternativa real coche privado», detalla.

Tal es la capacidad de mejora de las conexiones que el especialista sostiene que hay algunas líneas entre municipios que no se han actualizado aproximadamente en 50 años, especialmente las interurbanas. Es el caso de la ruta entre Castelló y Almassora, que se potenció cuando quitaron el servicio de la Panderola en el año 1963 para absorber el volumen de pasajeros que se desplazaban en este icónico medio de transporte en la provincia. A excepción de algún viaje arriba o abajo, el grueso del servicio no se ha alterado desde entonces.