NACIMIENTO: VALENCIA, 1942.PROFESIÓN: FOTOGRABADOR.TRAYECTORIA: COMENZÓ EN LEVANTE, EN VALENCIA. LUEGO PASÓ POR PAMPLONA Y LLEGÓ EN 1962 A ´MEDITERRÁNEO´. TRABAJÓ EN LA C. DE CULTURA HASTA SER FOTOGRÁFO DE LA DIPUTACIÓN Y FOTOGRABADOR DE LA IMPRENTA PROVINCIAL.

Siempre ha estado detrás de la cámara, observando, mirando, escuchando, callando. Ha sido el lema laboral de Heredio Iserte. Conoce bien las raíces de Mediterráneo, aquellos tiempos del plomo, la teja, el repique de las linotipias, aquel olor peculiar, fuerte, de los talleres de la avenida del Mar, el cuarto oscuro del revelado, la señorial y ruidosa rotativa. En sus primeros trabajos aún conoció las placas fotográficas de cristal. En fotograbado, era el aprendiz, oficial y el jefe, pues era el único del departamento. "Entonces no había fotógrafo de plantilla, colaboraban todos los fotógrafos de Castellón y yo empecé por eso de una emergencia, porque no podía nadie, hasta que llegué a tener dos oficios, el de fotograbador y el de fotógrafo, lo que quería decir que trabajaba desde la mañana hasta la noche. Hacía todas las fotos del periódico y, después, yo mismo realizaba el fotograbado de las páginas. Aquello era una faena tremenda. Era tener dos trabajos, porque mi nómina era de fotograbador y como fotógrafo era autónomo. Vamos, un pluriempleado de aquellos tiempos".

Quién no recuerda en Castellón a Heredio, siempre cargado con aquellas pesadas cámaras, con el flash alzado en una mano, disparando con otra, cambiando carretes. Siempre con buen humor, amable, generoso, inquieto, imaginativo. Todo un periodista gráfico en tiempos de mucha creatividad. Se jubiló el 11 de julio de este año (2007). Su último trabajo en la Diputación fue fotografiar la toma de posesión de la actual corporación provincial. Ahora está feliz, camina por las mañanas por el puerto, y luego, junto a su mujer, pasean con el pequeño Miguel.

Pertenece a una saga familiar de las artes gráficas. Se trasladaron desde Valencia cuando el padre accedió a una plaza de linotipista en Mediterráneo; su hermano Eduardo también trabajó entre tinta y rotativas y su hijo mayor ha estudiado Sistemas Gráficos e Impresión en EEUU.

--El periódico era una aventura diaria y una casa familiar...

--Éramos una familia, había muy buen ambiente, no había diferencias entre departamentos. Era tan familiar que, cuando decidí casarme y adquirir un piso en Castellón, el mismo administrador y el director me avalaron para pedir un crédito. Éramos como un negocio familiar. Sabíamos todo del periódico y te ayudaban como si fuera tu familia.

--Ha vivido en primera línea los acontecimientos de Castellón.

--Han sido muchas vivencias, anécdotas. No sé, recuerdo el primer mitin de Felipe González, antes de ser presidente, y la entrevista que le hizo Juan Enrique Mas, y viví aquellos momentos de las primeras elecciones democráticas. Eran tiempos que en foto prensa solo estaba yo, y Alcón en imágenes de televisión, por lo que tengo un archivo muy interesante. Recuerdo también cuando nombraron cardenal a Tarancón. Y, como anécdota, lo mejor fue el susto y polémica que se montó en 1981. En el periódico se hacían fotos para pies de foto, se acercaba la primavera y fotografié unos almendros en flor, se publicó y se montó un gran lío.

--Es que las fotos eran mucha noticia en aquellos momentos.

--Sí, las imágenes eran muy protagonistas y no pasaba como ahora, que hay muchos actos, muchas cosas. Entonces, recuerdo a Paco Pascual, a Juan Enrique, a todos, intentando llenar cada día un periódico. Y, claro, ibas por la calle y pillabas muchas fotos. El periódico, además, se hacía entre todos, no como ahora que cada cual tiene su lugar. Antes todos lo hacíamos todo, desde dirección, redacción, hasta los talleres. Y las fotos eran noticia. Recuerdo una que hice junto al instituto Ribalta, construían un edificio que estaba fuera de línea. Aquella foto acabó en el juzgado porque tuvieron que reconstruir bien el edificio, con el consiguiente enfado del alcalde del momento.

--Una buena foto siempre ha valido más que mil palabras...

--En prensa, siempre tendrá más valor una imagen que mil palabras. Ahora hay muy buenos fotógrafos que lo demuestran cada día. Han creado la Asociación de Fotógrafos de Prensa, donde en las exposiciones anuales se puede comprobar esta alta calidad. Pero, la fotografía nunca ha sido protagonista en prensa, siempre prima el texto. Recuerdo unas jornadas en Madrid en las que el entonces director de El País, Cebrián, ya reconocía que no cuidan lo suficiente.

--En los talleres y tras la cámara de fotos ha conocido todo el proceso de un periódico.

--Claro, y lo mejor ha sido el cambio del fotograbado al offset, de aquellas páginas sábana al tamaño actual. Aquello fue una revolución, como lo ha sido ahora la digitalización. Recuerdo lo difícil que era enviar una foto desde fuera. Tenías que buscar un laboratorio de revelado rápido, pasarlas por el escáner y enviarlas, y ahora en unos minutos está todo hecho.

--Después llegaron el funcionariado y la Diputación.

--Cuando el periódico se privatizó, toda la plantilla fuimos distribuidos por lugares de la Administración. A mí me tocó en Cultura, pero con casi nada de trabajo, y no aguanté ni un día. Entonces empecé en la Diputación con Paco Solsona de presidente. Era una colaboración de palabra, pero prefería aquella tensión a la tranquilidad de mi trabajo. Y antes, cuando se instaló el offset, también colaboré en la puesta en marcha de la Imprenta Provincial, sin cobrar nada. Me pidieron ayuda y presté toda mi experiencia y trabajo. Luego, en el 2000, el presidente Carlos Fabra solucionó mi situación.

--En aquellos tiempos, periodismo era otra historia.

--Colaborábamos mucho, igual porque éramos menos, y todos nos ayudábamos por amor al arte. Hoy, lo primero que se pregunta es cuánto se ganará.

--¿Qué va a hacer ahora con su tiempo y con su gran archivo?

--Precisamente, ponerlo en orden. Solo tengo negativos, miles, que quiero digitalizar y, después, donarlos al Archivo Provincial para que puedan ser de utilidad. Me estoy obligando todos los días a este trabajo. Son más de 25 años de fotografía de actos en Castellón y toda la provincia. Son fotos de todo. Recuerdo, no sé, aquel acto del aniversario de Les Normes de Castelló, en la Plaza de Toros a rebosar, con Lluís Llach y tantas personalidades.