Se es donde se pace, no donde se nace. Esta máxima se cumple a la perfección cuando hablamos de Crescencio López ‘Chencho’, que llegó a Castellón como militar durante la Guerra Civil después de nacer el 31 de mayo de 1918 en Arnedillo (Logroño). Hasta que le sobrevino la muerte el 12 de mayo de 2003 con casi 85 años, Chencho hizo patria de su querida ciudad de adopción, ligado como pocos al CD Castellón, que incluso llegó a provocarle su primer infarto en 1991 al descender el equipo albinegro de Primera División.

En la imagen inferior datada en 1944 vemos a Chencho, entonces sargento, con un 'modernísimo' transmisor en la parte derecha de la imagen:

Cada castellonense que escuchó o coincidió con Chencho tendrá alguna anécdota sobre este popular locutor. Uno de los que más pueden recordarlas es su compañero José María Arquimbau, con quien ‘rivalizaba’ en las ondas y compartía una estrecha relación en el apartado personal. “Era un tipo genial. Muy querido por todos. En algún partido del Castellón, cuando la cosa se ponía fea y en algunos campos los ánimos se encrespaban, nos salvaba su carnet del ejército”, recuerda entre sonrisas Arquimbau.

“Por fin perdemos de vista al Caudillo”

Uno de los chascarrillos más recordados de este mítico periodista que ha dado nombre a unas instalaciones deportivas en Castellón ocurrió en una de las visitas de Franco a la ciudad. “Los actos comenzaron con dos horas de retraso y Chencho narró el paso de Franco diciendo “por ahí viene el coche de su excelencia, ya pasa el coche de su excelencia, y por fin perdemos de vista el coche de su excelencia el Caudillo de España”. Tuvo que intervenir el gobernador para aclararlo y que no le pasara nada”, rememora el citado periodista.

En la imagen inferior vemos a Chencho una visita que realizó a la redacción de 'Mediterráneo':

Pese a que fundamentalmente Chencho narraba temas deportivos, en ocasiones también tocaba asuntos políticos “e incluso locutaba los rosarios en la Concatedral Santa María”, como reconoce uno de sus tres hijos, Luis Miguel, que también ha ‘heredado’ su pasión por el periodismo. Arquimbau recuerda incluso un veto que se prolongó una semana: “Cuando destituyen al padre de Carlos Fabra como presidente de la Diputación, Chencho le entrevista y aseguró que era una injusticia. La grabación fue escuchada por el gobernador de entonces y provocó que estuviera siete días sin aparecer por la radio”.

Un trabajador incansable

Recuerda también Arquimbau que si Chencho hizo carrera en las ondas fue en los comienzos gracias a su reconocida y reconocible voz. “Le escuchó el director de Radio Castellón de entonces y le dijo que con esa poderosa voz tenía que trabajar en la emisora”. Luis Miguel López asegura que pese a que su profesión era la de militar -al fallecer llegó a disfrutar de la graduación de Comandante Honorífico-, su padre “se consideraba periodista. Se pasaba el día trabajando y la familia le disfrutábamos poco porque era un amante de la radio y un romántico, para él no había horarios”. Añade el hijo de Chencho que el célebre locutor le transmitió “valores como la rectitud y la profesionalidad. Además si me dedico a esto es gracias a él, pues le acompañaba a muchos partidos del Castellón y a la radio, y me contagió su pasión”.

Ante la escasez de medios de comunicación que había en la época, Chencho era una persona “famosísima en Castellón”, como reconoce Luis Miguel. Para lo bueno, y como apostilla José María Arquimbau, también para lo malo: “Después de unas críticas que se vertieron sobre el Castellón, el club montó una rueda de prensa falsa que fue una especie de plebiscito a la prensa. Nos pusieron a todos a caer de un burro. Otro día, el padre de un jugador del Castellón, que era albañil, fue por la noche a la emisora cuando estaba Chencho dentro en la emisora situada detrás del Teatro Principal dispuesto a tapiar la puerta por algún comentario sobre su hijo que no le había gustado. Llevaba cemento y ladrillos, así que la broma le pudo salir cara”. También el hijo de Chencho recuerda episodios menos agradables: “Alguna vez al salir de Castalia lo hacía asustado porque ante las críticas de mi padre le esperaban para increparle, aunque la mayoría de las veces le aplaudían y agradecían su trabajo”.

Medalla de Oro del Deporte

Luis Miguel añade que Chencho se sintió siempre muy querido por los castellonenses, y devolvió ese cariño fomentando y promocionando la provincia por todos los rincones de España a través de las ondas. “Siempre se portaron muy bien con mi padre. Llegó muy joven a la ciudad, allí conoció a mi madre, Dorita, que era de Cuenca, y allí nací yo y mis dos hermanas Maribel y Dorita”, afirma el periodista, que ejerció durante tres décadas en RTVE. “La familia pasábamos los veranos en Benicàssim, en la Urbanización Monte Molino que está encima del pueblo y donde al principio solo estaba nuestra casa. Allí siempre había fiestas con mucha gente porque tenía muchos amigos”, afirma.

Amante de la conversación y la tertulia, Chencho, galardonado con la Medalla de Oro del Deporte Provincial, no entendía de colores cuando del periodismo se trataba. “En una entrevista a Santiago Carrillo le dijo que él no era de los suyos, pero que le había convencido. Cuando Carrillo le dijo que utilizaría estas palabras en su discurso de la Vall d’Uixó le pidió que no lo hiciera porque no quería que le encerraran en la cárcel”, evoca José María Arquimbau entre sonrisas.

En la imagen inferior vemos a Chencho radiando un Valencia-Alcoyano en Castalia un 29 de abril de 1947:

Para más información sobre este ilustre personaje pueden consultar también el retrato que en su día Salvador Bellés elaboró sobre Chencho pinchando aquí.

En la imagen inferior, concretamente en la esquina izquierda de la misma, vemos a Chencho en la elección del primer alcalde de Castellón tras la dictadura: