El sector de la hostelería es uno de los más afectados por la crisis del covid-19 y su futuro está lleno de muchos interrogantes, debido a las numerosas restricciones y medidas de seguridad que la sociedad española debe de adaptar para alcanzar esa nueva normalidad.

Uno de los rostros más representativos en Castellón es Raúl Resino. El chef con una estrella Michelin muestra su lado más reivindicativo y se suma al challenge iniciado hace unos días por el chef vasco Koldo Royo, una institución en la gastronomía nacional, que consiste en publicar una foto posando sin ropa y cubriéndose con utensilios de cocina para denunciar que los políticos les dejan desnudos ante la crisis. «Al principio me chocó la idea, ya que no soy de mostrarme de esta forma al público, pero la situación merece la pena. Con ello quiero también representar a toda la hostelería de Castellón, ya que nos encontramos en una situación complicada», revela Resino.

Con el paso de los días se van conociendo muchas de las medidas de seguridad que hay que tomar para la reapertura de los restaurantes y Resino lo tiene claro: «Todo lo que le dé confianza y cercanía al cliente debemos de aportarlo y es por eso que adaptaremos nuestro local a las nuevas normativas. El comensal va a ser el rey en mi restaurante», pero a su vez avisa que «ello no debe repercutir a la productividad del negocio, ya que con las condiciones que nos están ofreciendo ahora es prácticamente imposible abrir».

Un equipo, una familia

El chef aclara que «mi equipo es mi familia y no pienso ni quiero desprenderme de ninguno, pero estas medidas del 50% del aforo y las restricciones entre las provincias nos obligan a cerrar, ya que es inviable». «No tengo ninguna prisa por abrir, me lo estoy tomando con paciencia y positivismo por las circunstancias que son. Quiero dejar claro que no es que no quiera levantar la persiana sino que me obligan a no abrir», sentencia el cocinero con un restaurante en Benicarló, y agrega que «mi pensamiento es abrir a finales de junio o como muy tarde a principios de julio cuando la situación a la que debemos hacer frente sea más real».

Raúl Resino también quiere hacer una diferenciación dentro de la hostelería, ya que la situación que puede vivir un bar de un pueblo de interior no es la misma que se puede encontrar en un restaurante gastronómico. «Mi espacio depende también del turismo internacional, ya que tenemos bastantes clientes extranjeros y eso es un problema añadido», indica el cocinero.

Tiempo de adaptación

«Los castellonenses volverán a sentarse con la misma alegría a la mesa, pero será un proceso lento. Tenemos claro que los comensales, hasta que todo se normalice, van a venir con miedo, es normal. Ya pasamos unas circunstancias similares en 2007 y sabemos qué es lo que tenemos que hacer», destaca Resino, quien apuesta por la sostenibilidad ante esta situación. «Habrá que apostar más por el producto local, de cercanía y de calidad. El futuro pasa por volver a la cocina de antes. Es lo que voy a intentar potenciar más y un ejemplo de ello en la provincia es el chef Miguel Barrera», argumenta.

Resino señala que ha aprovechado este tiempo de confinamiento para «preparar nuevas recetas y pensar cómo voy a arrancar con el restaurante, siempre dentro de mi línea de pescado y marisco, pero con reclamos sugerentes para los comensales». «Los castellonenses debemos de ser fuertes y estar unidos todos para sacarlo hacia adelante».