L as restricciones marcadas durante 21 días para evitar los rebrotes del covid-19 están haciendo mella en la campaña de agosto de la hostelería de Castellón y ya en sus primeros días se ha detectado un descenso de clientela y de facturación, ya no solo por cerrar antes, sino también por las limitaciones a fumar al aire libre. Y es que aunque está permitido, si se guardan dos metros de distancia de otras personas, la delgada línea roja de los malentendidos y el temor a la sanción ha llevado a un 90% de empresarios turísticos a prohibir directamente fumar en la terraza de los bares y restaurantes.

Como ejemplo, el dueño de un bar en la capital comenta: «Tenemos empleados de comercios próximos que siempre venían a tomar el café y el cigarrillo que han dejado de venir». Y es que las limitaciones en vigor desde esta semana y hasta el 8 de septiembre «han hecho perder clientes por el tabaco y por el horario», señalaban desde la patronal Ashotur. «No todo el mundo se toma bien que se haya decidido prohibir directamente, pero es que en caso de multa es para los dos: cliente y empresario», agregan los afectados.

El personal de la restauración también ha tenido que lidiar en estos días con algunos altercados leves y enfados de usuarios molestos con la nueva normalidad marcada por la grave pandemia. En Benicàssim, el hostelero Vicente Pallarés, respecto a la restricción para fumar en la vía pública, valoró: «En nuestro establecimiento hemos optado por prohibir fumar, ya que no podemos estar controlando como policías continuamente si se cumplen las distancias y la gente se mueve continuamente y es complicado». Al respecto, detalló que «a algunos clientes no les ha parecido bien, se han levantado y se han ido. Pero creemos que es la mejor decisión y queremos cumplir la ley». «El verano está siendo complicado; la gente sale pero gasta menos por la crisis, y la facturación ha bajado un 20%». Informa: Eva Bellido.

En cuanto a la regulación de fumar, el presidente de Ashocas, Álvaro Amores, apuntó que «el 90% de la hostelería ha decidido prohibirlo. Pero es una medida sin sentido. Se fija la distancia entre la espalda de las personas de dos mesas en 1,5 metros; pero el fumador debe guardar dos metros». Sea como sea, el balance de los primeros días de restricciones, como afirma Luis Martí, vicepresidente de Ashotur, arroja ya pérdidas. «Se detecta menos gasto y facturación. Este fin de semana habrá trabajo pero se perderá un turno y se consumirá menos». H