Se acercan las Navidades y la curva de contagios no termina de doblegarse en la Comunitat Valenciana. Ante esta coyuntura y siempre que no haya un cambio brusco de la situación epidemiológica, la estrategia trazada por el Consell está orientada a extender las actuales restricciones más allá del 9 de diciembre, fecha en la que vence el decreto y en la que deberán decidir si lo prolongan hasta Navidad.

Este escenario de Navidades limitadas es el que ven más probable los hosteleros valencianos, que ya se han puesto manos a la obra para evitar que estas medidas impacten en citas tan importantes para sus cajas como la Nochevieja. Por eso ya están promoviendo iniciativas para adelantar a mediodía la clásica cena de fin de año. El sector aclara que el objetivo es diseñar un «formato lúdico» para aprovechar la comida «pero no festivo», pues esas celebraciones podrían colisionar con las medidas de prevención sanitaria que, insisten, están comprometidos a cumplir.

Reconversión puntual

El presidente de la patronal hostelera, Manuel Espinar, confirmaba ayer a este diario que la agrupación ya trabaja con el sector para esta «reconversión» puntual que exige el escenario actual. La hostelería da por seguro que, al margen de la decisión final de las autoridades sanitarias, «la Nochevieja tal como la conocemos no se va a poder celebrar» este año. Tampoco muchas comidas y cenas de empresa, que colisionan con las limitaciones de aforo y de grupos de máximo seis personas.

Por eso buscan «un extra de facturación» que podrían obtener de este movimiento horario y que ayudaría a mitigar las urgencias de un colectivo que además percibe con temor un descenso de la «capacidad e intencionalidad del gasto» en esta campaña navideña.

«La idea es aprovechar la comida para darle un formato más lúdico, que no festivo, y con el añadido del tardeo», señala Espinar. El matiz es importante, pues Conhostur insiste en su compromiso con el cumplimiento de las restricciones y no quiere lanzar el mensaje de que estas comidas serán «igual» que las habituales cenas de Nochevieja. Así, confirman que no habrá uvas, ni cotillón ni nada similar a la típica fiesta de fin de año, pues el baile está prohibido en todo establecimiento abierto al público.

Además de adaptarse mejor a las restricciones, la tendencia de «madrugar» en Nochevieja venía ganando peso en los últimos años, lo que da confianza a los hosteleros de que la iniciativa podría tener una buena aceptación entre la clientela. «La franja de comidas del día 31 ha ido mejorando desde hace tiempo. Antes estaba todo muerto a mediodía, pero se ha ido dinamizando», apunta Espinar. Algunos ya lo están promocionando en sus redes sociales, si bien lo «impredecible» de la situación ante el virus obligará a «ir moldeando» el proyecto «en función de la evolución» de la pandemia.

Si bien esa incertidumbre sanitaria la aceptan como irresoluble, el sector sí reclama más claridad y anticipación a la Conselleria de Sanidad a la hora de anunciar medidas. «Las reservas ya están llegando. Lo que vayan a hacer, que seguro que ya lo saben, deberían anunciarlo ya para dejarnos tiempo para adaptarnos», reclama Conhostur, que recuerda anteriores experiencias en las que las restricciones han llegado al filo de un fin de semana.

La hostelería asume que el 9 de diciembre no se levantará ninguna de las medidas ya en marcha, pero tiene dudas con el toque de queda a medianoche. «No tememos más restricciones de aforo pero tenemos mucho miedo de que adelanten el toque de queda o el horario de cierre como en Cataluña. Sería un desastre», concluye.