Ascenso de las temperaturas, playas preparadas, carreteras llenas de vehículos y hoteles prácticamente llenos. Las circunstancias parece que acompañan cuando Castellón encara ya el puente con mayor presencia de turistas de todo el año. El éxito parece asegurado para un sector que también durante el primer semestre del año mostró un comportamiento positivo, al crecer alrededor del 5% en número de turistas y pernoctaciones. No obstante, su asignatura pendiente es la rentabilidad, pues la provincia sigue siendo uno de los lugares de España donde sale más barato pasar las vacaciones.

El último informe de la patronal hostelera Hosbec, que combina sus propios datos con los del Instituto Nacional de Estadística, evidencia que Castellón no tiene tanto un problema de cantidad como de calidad. Así, hasta el mes de junio visitaron la provincia 560.902 personas que, al realizar una estancia media de 2,6 noches en hoteles, situaron el número de pernoctaciones en 1,5 millones. Estas cifras suponen un aumento del 5%, superior al crecimiento experimentado por el sector en el conjunto de la Comunitat.

Tampoco la temporada alta está siendo mala en cuanto a número de visitantes. A falta de las cifras oficiales y sin llegar a los años de los récords (el 2016 y 2017, cuando la provincia se benefició de la inestabilidad de otros destinos), la valoración que hacen los hoteleros de la provincia es positiva.

El presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Peñíscola, Francisco Ribera, explicó a este diario que agosto será un mes «excelente» gracias a un perfil de visitante nacional muy fiel. En sintonía con esto, el Patronato de Turismo de la Diputación de Castellón prevé que la ocupación alcance el 92% en el litoral.

Por su parte, julio fue «bueno en líneas generales», si bien para Ribera resulta evidente que una parte de los turistas robados en campañas anteriores a países como Egipto o Turquía vuelven a optar por estas u otras opciones. Según este empresario, «quienes viajan en julio miran más los precios», y ahí Castellón no puede competir con países en vías de desarrollo pese a que sus hoteles son de los más baratos de España.

Y SIN EMBARGO, EL PRECIO // Estadística en mano, y pese a que siempre hay margen de mejora, la provincia no tiene en la actualidad un problema de falta de turistas. Más bien, de acuerdo con el informe de Hosbec, la preocupación guarda relación con la escasa rentabilidad de la oferta hotelera, que pese a subir de forma leve en las últimas dos campañas sigue muy lejos de otros destnos vacacionales de entidad.

Los datos hablan por sí solos: mientras que los ingresos hoteleros por habitación se situaron en el conjunto de España en 53 euros y en la Comunitat en 43, los negocios turísticos castellonenses apenas alcanzan los 29 euros. A años luz quedan los casos de destinos top como Canarias (76 euros), Madrid (70 euros) o Cataluña (63 euros).

‘NO’ A LA TASA TURÍSTICA // Precisamente esa falta de competitividad, que afecta a Castellón muy especialmente pero que se extiende al resto de la Comunitat, sirve a las asociaciones hoteleras para rechazar la tasa turística que han planteado Unides Podem y Compromís y a la que el PSPV también se opone.

En Hosbec aseguraron ayer que cualquier «invento fiscal» que «grave de forma injustificada la actividad hotelera va a lastrar la competitividad del turismo valenciano para el futuro y condicionará gravemente las estrategias comerciales» de las compañías. También la otra patronal turística de Castellón, Ashotur, rechaza con rotundidad ese impuesto para visitantes.

Más allá del coste de los hoteles, el vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí, también puso sobre la mesa que el turista que recibe la provincia todavía gasta con «mucha contención» en hostelería y ocio.