Caos, nervios, desconcierto. Este es el ambiente que se vivió ayer en la estación de Renfe de Castellón en el primer día de huelga de los maquinistas, que, contra todo pronóstico, incumplieron los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento y generaron un auténtico trastorno en los planes de centenares de viajeros. En total, como confirmaron a Mediterráneo desde Renfe, se vieron afectados por la huelga 10 trenes de Cercanías (cinco de Valencia a Castellón y otros tantos con el trayecto a la inversa); dos Talgo (uno de Barcelona a Lorca y otro de Alicante a Barcelona) y un Euromed procedente también de la ciudad condal con destino a la Valencia.

Para todos estos casos, Renfe habilitó dos o tres autobuses (de 60 plazas cada uno) por cada convoy inoperativo, que, como pudo comprobar este periódico in situ, en muchos casos no fueron suficientes y numerosos viajeros, la mayoría estudiantes, tuvieron que quedarse en tierra y esperar a los siguientes autobuses o trenes disponibles. En algunos casos las esperas fueron de dos horas.

A la huelga se sumaron, además, otros problemas como son las obras del AVE, que ya de por sí están causando trastornos como continuos retrasos y porque los viajeros son derivados también a coger autobuses diariamente; así como la avería que desde hace tres días afecta a la infraestructura eléctrica de Mont-roig del Camp (Tarragona) y que ayer viernes provocó aún más retrasos en diversos convoyes de largo recorrido procedentes de Barcelona.

LA NOVIA // Pese a los anuncios de Renfe, muchos fueron los que ayer se presentaron en la estación de Castellón sin saber que había una huelga. Este fue el caso de una joven de la capital que debía viajar hasta Valencia y después coger un AVE para probarse el vestido de novia en Madrid. “La boda está a la vuelta de la esquina”, dijo. Tras pedir ayuda a los empleados de Renfe, que como única opción le ofrecían coger un autobús que llegaría a Valencia con una hora de retraso, decidió, definitivamente subirse a un taxi. “No tengo tiempo, tengo que irme o pierdo el AVE”, explicó.

Otro joven debía coger el Cercanías a mediodía para ir al funeral de su tío, pero por la huelga le derivaron a un autobús, que, para más indignación, estaba completo. “No he podido subir porque iba lleno, así que voy a pedir la devolución del importe porque no voy a llegar a tiempo”, manifestó muy apenado.

Alrededor de 3.000 viajeros, según trabajadores de Renfe, se vieron afectados ayer en Castellón por la huelga de maquinistas. H