El diputado autonómico del PP por Castellón Rubén Ibáñez tachó ayer los presupuestos del Consell para el 2018 de «burla y engaño» para la provincia, territorio que tanto Ibáñez como la secretaria general del PPCS, Elena Vicente-Ruiz, estimaron que es «hostigado» por el Ejecutivo de «Puig y Oltra», ya que «reducen en un 28,3% las inversiones en la provincia».

Ibáñez explicó su afirmación al señalar que las cuentas propuestas «no solucionan los problemas reales de la gente, agravan las diferencias territoriales y discriminan a los castellonenses». Según el diputado, «por primera vez en esta provincia hay ciudadanos de primera, de segunda y de tercera».

Desde el punto de vista del popular, «los presupuestos del Consell para el 2018 agravan de forma extrema las desigualdades entre municipios». De hecho, «el 90% de los municipios no recibe ninguna inversión del Consell y si se analiza la memoria económica de las cuentas, destaca que el 40% de estas inversiones las financia del Gobierno de España».

Anunció que, como consecuencia, el PP enmendará el proyecto y pondrá sobre la mesa «las necesidades reales de la provincia».

Por su parte, Vicente-Ruiz segurado que las cuentas del Consell son «una decepción absoluta» porque el 90% de los municipios de la provincia han quedado fuera de las inversiones del gobierno valenciano que ya ha dejado la gestión porque las infraestructuras y la construcción de colegios ya no son una prioridad.

las críticas de la capital // Por su parte, el grupo popular en el Ayuntamiento de Castellón consideró ayer que los presupuestos de la Generalitat para el 2018 son una «tomadura de pelo para los castellonenses». La portavoz popular, Begoña Carrasco dijo en este sentido no entender «el triunfalismo de la alcaldesa cuando el único proyecto nuevo que contemplan las cuentas de la Generalitat supone solamente una inversión de 100.000 euros».

Carrasco añadió que la actitud «conformista» de Amparo Marco hace que Castellón pague «lo que debería asumir el Consell».