Iberdrola se ha comprometido a mantener o acelerar sus inversiones para seguir promoviendo la actividad económica y el empleo en un momento como el actual, marcado por la crisis sanitaria del coronavirus.

La compañía desarrolla el plan de inversión en renovables más ambicioso en España, que prevé la instalación de 3.000 MW eólicos y fotovoltaicos a 2022 y hasta 10.000 MW a 2030.

El impacto socioeconómico de la actividad de Iberdrola en la Comunitat Valenciana se ha elevado a cerca de 840 millones de euros durante el pasado ejercicio, reforzando así su papel como uno de los principales motores de esta región, en la que ha realizado pagos por valor de 189 millones de euros a más de 480 empresas valencianas y ha invertido 209 millones de euros.

La actividad económica en la Comunitat de la compañía ha tenido un impacto fiscal de 328 millones de euros, mientras que los salarios y otras retribuciones han alcanzado los 113 millones de euros entre una plantilla de más de 1.600 profesionales.

digitalización / La transformación digital es una parte esencial de la contribución de Iberdrola, materializada en la digitalización de su red de distribución, con más de 3,4 millones de contadores digitales instalados en la Comunitat Valenciana, y la infraestructura que los soporta, a la que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

La compañía prevé realizar a través de i-DE, su empresa distribuidora, inversiones por valor de 150 millones de euros durante los próximos diez años en la región con el fin de proseguir con la modernización continua de la red eléctrica, con el objetivo de contribuir a que los municipios valencianos evolucionen en su transición hacia una ciudad inteligente o smart city.

primer productor / En España, Iberdrola es el primer productor de energía eólica, con una potencia instalada de más de 6.000 megavatios (MW), mientras que su capacidad renovable total instalada supera los 16.500 MW; y en el mundo se eleva a casi 32.000 MW.

La apuesta de Iberdrola por un modelo económico descarbonizado le ha llevado a comprometer inversiones de 10.000 millones de euros cada año en el mundo, después de haber destinado casi 100.000 a estos ámbitos desde 2001. De estos, 25.000 se han invertido en España.