Vecinos de la provincia proponen en redes sociales medios caseros para controlar la plaga de la procesionaria. Entre otros métodos sugieren la colocación de trampas hechas en casa con garrafas de plástico cuyos extremos están cortados y atadas las mismas a los pinos con cinta aislante. Estos artilugios se colocan en los troncos para evitar que bajen a tierra las orugas y se queden atrapadas dentro.

Medio Ambiente advirtió este lunes de los riesgos de la plaga para las personas y las mascotas y pidió especial cuidado, ya que sus pelos son urticantes y pueden causar graves lesiones, especialmente, a los perros, que al olfatear pueden padecer serias heridas.

La Conselleria pasó la pelota a los ayuntamientos, a los que recordó que «la competencia en el control de insectos peligrosos para la salud pública es de los consistorios» y pidió su colaboración, tras alertar los alcaldes, cazadores y senderistas de su proliferación.